20 octubre 2017

Tiempo de exámenes

Pablo dirigiéndose a la iglesia de Corintios, (Cap. 13 ver. 5), les insta a que se examinaran. Unas de las definiciones de la palabra examinar es,  “reconocer la calidad de algo, viendo si contiene algún defecto o error”.
Y esta era la razón por la que Pablo les pide examinarse porque en la iglesia de Corinto había el peligro de que muchos estaban auto-engañados, tenían muchos defectos y erraban en la doctrina.


En Corinto habían muchos desordenes, tenían todos los dones espirituales, y sin embargo, poco conocimiento de Cristo. Las peleas entre hermanos, las divisiones dentro de la iglesia, la fornicación, la idolatría, la murmuración y acusación contra Pablo y los líderes de la iglesia, la falta de amor, la falta de santidad e indiferencia en la Cena de Señor, el desorden en el uso de los dones espirituales, el mal uso de hablar en lenguas, el orgullo de algunos que no ofrendaban. De los cuales solo algunos mostraron verdadero arrepentimiento, pero otros seguían igual. Muchos seguían auto-engañados porque no había evidencias de una fe verdadera.

Por eso Pablo nos dice: Examínense ustedes mismos. Pónganse a pensar en su manera de vivir.
Este auto-examen es para saber si estamos en la fe verdadera. Es saludable para nuestra alma examinarnos. Y nos da consuelo y seguridad cuando luego de examinarnos somos hallados completos y aceptados por Dios.

1- ¿Sientes atracción por Dios, lo cual te lleva a tener una continua comunión con Él? (1 Juan 1.6-7).  La presencia o ausencia...el disfrute o no de la presencia de Dios habla de mi condición espiritual.
2- ¿Llevas una vida de obediencia a su palabra? (1 Juan 2. 3-6). Debemos andar como El anduvo.
3- ¿Rechazas las cosas y deseos del mundo? (1 Juan 2.15-16) No puede ser que como cristianos busquemos los mismos deseos del mundo. Si buscamos ser aceptados por el mundo, estamos rechazando a Dios.
4- ¿Anhelas el retorno de Cristo? (1 Juan 3.2) El deseo ferviente de ver a Cristo.
5- ¿Deseas santificarte, consagrarte cada día para Dios? (1 Juan 3.3) La ausencia de ese deseo es una clara señal de no vivir bajo la palabra de Dios.
6-¿Amas a todos aquellos que forman parte de la familia de Dios o tienes un grupo exclusivo? (1 Juan 3.11).

Solo Dios conoce nuestra condición espiritual de manera exacta pero esas preguntas basadas en la Palabra de Dios, nos dan indicios de donde estamos y como estamos. La palabra de Dios es útil para corregir nuestras vidas.
A todos nos hace bien examinarnos. Debemos examinar nuestra vida a la luz de las 

Escrituras. Si nos hemos arrepentido y creído en Jesucristo verdaderamente entonces este auto-examen nos dará consuelo y confianza de saber que estamos en Cristo, sí nuestras respuestas fueron del todo o parcialmente negativas, hoy es el día de ir a la cruz y renovar nuestro compromiso con Dios.


Examinémonos.

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