28 mayo 2010

Licencia para predicar

Unas de mis “adicciones” es poder estarme horas y horas en Internet leyendo, ojeando y observando páginas y páginas, y en uno de estos ratos de ocio he llegado a una página, que me ha llamado mucho la atención por el siguiente contenido.

Usted puede estudiar estos niveles del pastorado:

Ministro Certificado

Ministro Con Licencia para Predicar.

Y continua, yo admiro a los hijos de Dios que sienten y obedecen el llamado de Dios en sus vidas. Pero con el llamado nada más, estamos limitados por nuestra educación y preparación. Sin embargo, si nos preparamos Dios nos puede usar más eficientemente.

No estoy muy de acuerdo con el hermano, porque yo no tengo que tener ninguna licencia para predicar la palabra de Dios, ni nadie me puede dar un Ministerio que solo el Señor lo puede dar, Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros (Efesios 4.11)

Tampoco estoy en contra de ningún clase de estudios Teológicos, eso si, para ampliar mis conocimientos del Ministerio que el Señor me ha dado, es más, creo que todo pastor debería conocer profundamente las Escrituras.

El ejemplo de cómo se inicia un ministerio esta cambiando definitivamente, lo encontramos reflejado en el rompimiento del molde tradicional, donde un Pastor se debía gradual primero en un Instituto teológico y ser debidamente acreditado y ordenado para poder levantar una iglesia.

Hoy en día hay hombres llamados por Dios al Ministerio del pastoreo que Dios les ha movido con una pasión y un propósito claro, a abrir iglesias y presentar el evangelio a hombres y mujeres que como el se resisten a la religión organizada teniendo sobre todas las cosas una relación personal con Jesucristo. Hombres y mujeres que no se conforman con ejercen ese llamamiento en las iglesias, sino que llevan el evangelio a Instituciones pública y privadas representando al creador y sustentador del universo, hombres y mujeres que no esperan que la gente venga a la iglesia, sino sale a buscar a los necesitados. Hombres y mujeres sin licencia para predicar que hacen suyo el gran mandato de Jesucristo “id y predicar al mundo el Evangelio”

21 mayo 2010

¿Estamos listos para dar la milla extra?

Sorprende lo poco que un cristiano tarda en abandonar la tarea que el Padre le ha encomendado hacer. Este asunto de ser cristiano no es un paseo de domingo. Reflejar la luz de Dios en un mundo de tinieblas es un trabajo de tiempo completo. Debemos orar, y estudiar al respecto de tal manera que nos presentemos aprobados delante de Dios. La mayoría de nosotros nos levantamos los domingos por la mañana y vamos a sentarnos a una iglesia, nos saludamos, hablamos y disfrutando de la mayor comodidad, y hasta el domingo siguiente. La verdad es que somos flojos, indisciplinados y faltos de determinación. Amigo, Dios desea llevar acabo su obra con los que están genuinamente comprometidos con Él.

¿Te tomas en serio tu vida cristiana? Entonces comienza hoy algo que edifique el Reino de Dios para la beneficio de los demás, porque hoy mas que nunca es tiempo de sembrar.

El Señor renueva nuestras fuerzas, (Salmo 92.10), porque hay mucho trabajo que hacer, es tiempo de sembrar, regar, cuidar, cosechar, pelear, de avanzar, no te detengas, prepárate, porque serás llamado, hay proyectos muy importantes que el señor a dispuesto para ti, no digas que no, tienes que estar dispuesto a caminar la milla extra, no desmayes el Señor te ayuda.

Ha llegado el tiempo de dejar a un lado todo aquello que te roba tiempo para la obra del Señor, todo aquello que te despista, para leer, orar, evangelizar, que te quita energías, que te roba concentración. Es tiempo de avanzar en el compromiso. Cuando tenemos este compromiso la demanda sobre nosotros aumentará. El Señor empezara a pedirnos más tiempo, más dedicación, mas entrega. Estamos frente a tiempos donde se nos va a pedir mas de lo que has estado acostumbrado a dar.

El Señor no esta convocándonos a un tiempo de mayor compromiso con la edificación del reino. Es tiempo de edificar “Mi Casa”, dice el Señor, por eso nos da instrucciones para que subamos, caminemos, nos esforcemos, nos levantemos y vallamos al monte a traer madera para edificar su Casa, Se acabo el tiempo para la falta de compromiso, se acabó el tiempo de caminar sin asumir responsabilidades, es tiempo de avanzar y de hacer grandes esfuerzos

Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. (2Timoteo 2.15)

14 mayo 2010

Prioridades de la vida

Estos días he estado distraído por todo tipo de cosas, mi convalecencia, problemas familiares, mi alimentación después de la operación y un sin fin de cosas que me han tenido un poco bastante distraído.

Casi siempre, las cosas que me distraen son cosas que hay que hacer... pero no son necesariamente una prioridad en mi vida, y no es que lo que estaba haciendo o pensando era malo, era mi actitud de afanarme y preocuparme lo que creo en mi tal distracción.

En el evangelio de Lucas Jesús visita la casa de Marta y María, y María se sentó a los pies de Jesús escuchando sus palabras que en ese momento era lo más importante.

Marta había invitado a Jesús y sus seguidores a su casa, y ella comenzó a preparar una comida para ellos. Preparar la cena para Jesús y sus invitados fue una buena idea. La tradición hebrea tenía mucho que decir acerca de la bienvenida a extraños a su casa y Marta les ofrece generosa hospitalidad. Sin embargo, incluso las cosas buenas en los momentos inadecuados se convierten en obstáculos.

Su distracción le impedía "ver la única cosa que vale la pena de que preocuparse", escuchar a Jesús.

El problema es que ponemos mucho énfasis en la cosas que no tienen tanta importancia, es un problema de prioridades, la Biblia nos enseña que primeramente amaremos al Señor con todo muestro corazón, y con toda nuestra alma, y con toda nuestra fuerza y con toda nuestra mente y……a nuestro prójimo como a nosotros mismo.

Veamos el orden de los dos amores, Dios primero, luego nuestro prójimo. No al revés. Es cuestión de prioridades. Ante que el servicio esta el escuchar la Palabra de Dios y aprenderla.

Esto nos equipa y nos inspira para nuestro servicio a Dios y a los demás.

10 mayo 2010

Crónicas desde el Hospital

Dice la Biblia que Dios hace posible que "todas las cosas", no solo incidentes aislados, redunden en nuestro bien. Esto no significa que todo lo que nos pasa es bueno. Lo malo sigue prevaleciendo en nuestro mundo caído, pero Dios es capaz de cambiar todas las circunstancias a nuestro favor.

Esta ha sido la experiencia que he vivido en la última semana, pues Dios ha utilizado mi estancia en el hospital para tener una nueva perspectiva, una nueva mentalidad en mi Ministerio en los Hospitales.

¿Qué es lo que ha cambiado?

Mi forma de pensar, en el sentido de dar más importancia a lo que veo cada vez que visito a los enfermos, porque a todos nos gustaría no padecer ninguna enfermedad, pero me he dado cuenta que en realidad ello no es lo mas importante.

Situaciones como, no puedo dominar esta enfermedad yo solo, estoy cansado de mi dolor, tengo miedo, me encuentro solo, son muy dadas entre los enfermos. Como capellanes de Hospitales cuando nos surgen estas preguntas siempre intentamos dar respuestas que animen, y consuelen y entendemos que si bien no todas las veces algunas lo conseguimos.

Ahora entiendo mejor cuando un enfermo te dice que le viene todo grande, que no estan preparados para su estancia en el hospital, ahora entiendo mejor su dolor, entiendo el miedo que tienen y las dificultades que les pueden traer la enfermedad, y entiendo mejor su soledad.

Doy gracias a Dios por haber utilizado mi estancia en el hospital para aprender y entender mejor a los enfermos; aprender a aceptar el dolor y el desanimo, no a lamentarme, porque Dios estaba conmigo.

He aquí, yo le traeré salud y sanidad; los sanaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad. (Jeremías 33.6)

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