Parece que con la llegada de la primavera, también llegan muchos acontecimientos Evangélicos, conciertos, convecciones, conferencias, etc, y la mayoría tienen algo en común cobran la entrada. Entiendo que son grandes Ministerios y que tienen muchos gastos, pero este es el problema que contra mas grande es el Ministerio, (luces, músicos videos, etc) mas tiene de espectáculo y menos de evangelismo. Cuando Jesús mando predicar a los discípulos les dijo que habían recibido gratuitamente la autoridad para predicar, y debían realizar la obra de Jesús sin exigir nada a cambio, o sea que no debían cobrar sus servicios espirituales porque el evangelio ni se compra ni se vende, Jesús enseñó a sus discípulos un principio que debía guiarlos al salir a predicar: "De gracia recibisteis, dad de gracia". Como Dios ha derramado sus bendiciones sobre nosotros, debemos dar a otros con generosidad nuestro tiempo, amor y posesiones.
Pero puede surgir la pregunta ¿Y quién cubre los gastos? Jesús también nos da la repuesta, tenían que ir desprovistos de bienes, debían confiar en la provisión de Dios a través de la hospitalidad de otros, debían confiar en aquel que le ha llamado para el Ministerio, o sea confiar plenamente en el Señor que suplirá todas nuestras necesidades, y…..cuidado si el Señor no suple todas nuestras necesidades es posible que no hayamos sido llamados para este Ministerio, no queramos hacer negocio con los servicios espirituales. Recordemos lo que le paso a Simón que quiso comprar el poder de Dios y Pedro le dijo “No tienes tu parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios”.
Foto: via Blog despuesdeldomingo.
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