01 octubre 2021

Discordias y disputas.

Estamos acostumbrados a oír en nuestras iglesias que la disconformidad, los desacuerdo, la discordia, las contiendas o las disputas no son de Dios, que la Biblia las condena, que quienes las practican no son personas espirituales. Y todo esto es cierto; las disensiones son obras de la carne (Gálatas 5.20) y no deben existir entre los cristianos. Sin embargo, no conozco ninguna iglesia que no haya tenido algún problema relacionado con estos temas, simplemente porque se trata de las relaciones entre personas pecadoras e imperfectas, y en este enjambre de personas, es de esperar que esto suceda.

Pero las disputas y disensiones no solo ocurren entre personas pecadoras e imperfectas, sino entre cristianos maduros e inmaduros, y esto lo podemos ver entre los mismos apóstoles del Señor, precisamente entre los más maduros y conocidos, Pedro y Pablo (Gálatas 2). Ellos dos tuvieron un enfrentamiento serio debido a la actitud del apóstol Pedro.

La Biblia habla de diferentes disensiones entre hermanos y de la necesidad que así sea. Es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados. (1 Corintios 11.19). El mismo Señor Jesucristo dijo que él no había venido para traer paz a la tierra, sino disensión (Mateo 10.34-39).

Jesús nos da vida eterna y paz a los que son suyos, pero nadie nos va a librar de batallar con disensiones entre creyentes. Es precisamente cuando siempre hay paz entre todos que tenemos que preocuparnos. Por lo general esto quiere decir que estamos comprometiendo la verdad del Evangelio, y siendo cobardes o mirando por nuestros propios intereses.

Entonces, ¿Cuál es el lado bueno de las disensiones? ¿Para qué sirven?

La iglesia de Corintios estaba dividida, entre otras cosas en torno a la Cena del Señor (1Corintios 11.17-22). Cada vez que se reunían a la hora de comer cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y mientras unos se quedan con hambre, otros hasta se emborrachan (VS-21). No había unidad en cuanto al principio de la Cena que era para, solemnemente, recordar la muerte del Señor (VS-23-26). Y en el versículo 19, él dice algo muy interesante acerca de las divisiones. Pienso que es el pasaje bíblico más impresionante acerca de este tema. El versículo dice: “Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados” 

Entonces basándonos en el texto anterior la pregunta sería: ¿Para qué sirven las disensiones? La respuesta sería: Para revelar quiénes somos. Las disensiones revelan el carácter de las personas que las practican. Sirven para demostrar quiénes son los “aprobados”; es decir, los creyentes genuinos.

Pablo nos recuerda es preciso que entre nosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados. Las dificultades ayudan a revelar el verdadero corazón de las personas dentro de la iglesia y ayudan a comprobar a quienes son creyentes verdaderos y maduros de aquellos que no eran creyentes, o si lo eran, no habían madurado y estaban actuando en la carne.

Aunque las disensiones y contiendas sean precisas para manifestar los que somos aprobados, rindamos nuestra mente y corazón al Rey de Reyes para que al poseerlos, ÉL sea el único dueño de nuestra vida, y así las disensiones, con sus celos y contiendas, no tengan lugar.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ÚLTIMA ENTRADA PUBLICADA

El Dios de las segundas oportunidades

Hoy en día, si cometes un error, estás perdido. Un tweet incorrecto puede significar que tengas un grave problema. Un comentario irreflexivo...