21 septiembre 2018

El pecado imperdonable


Seguro que muchas veces has leído los versículos de la Biblia que hablan sobre el pecado imperdonable, (Mateo 12.31 y Marcos 3.29) Pienso que probablemente muchos nos hemos preguntado en algún momento, ¿He cometido ese pecado? ¿Cuál pecado será que el Señor nunca nos perdonaría? Mucha gente cuando llega a esta parte de las Escrituras pasa de largo, no se preocupa nada de saber que pecado es este que realmente nos inquieta, pero que nunca nos hemos parado a saber que pecado es. Como esto es lo que realmente me ha pasado a mí, esta vez sí me he parado y he abordado este tema que tanto nos puede preocupar.


En Mateo 12:31 encontramos la referencia a lo que dijo Jesús: “Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; más la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.”

Lo primero que tenemos que hacer es considera el contexto de este versículo, En el versículo 22, vemos el rechazo de los Fariseos a Jesús, este comienza cuando Jesús sana a un endemoniado ciego y mudo, la gente esta tan entusiasmada por el milagro que empiezan a preguntar, si Jesús es “el Hijo de David” (vs. 23)
Pero los Fariseos no lo podían creer, era imposible negar la realidad del milagro, lo estaban viendo con sus propios ojos, pero si niegan que el milagro vino de Dios. Su solución es que Jesús está ligado con “Belcebú, príncipe de los demonios.” (vs. 24)
Inmediatamente Jesús ante tal blasfemia toma la ofensiva diciéndoles que si Él estuvo curando gente por el poder de los demonios, entonces el reino de Satanás estaría dividido contra sí mismo y estaría en ruinas (vs. 25-28). Jesús les está diciendo que en realidad, Él es el mayor enemigo del Diablo. Él se compara a sí mismo con un ladrón que ata al hombre fuerte para poder robar su casa (vs. 29).

El punto culminante llega en Mateo 12.31, con la proclama ya mencionada: Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; más la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.

La blasfemia contra el Espíritu Santo implica atribuir la obra del Espíritu Santo, realizada por medio de Jesucristo a satanás. Es decir, el Espíritu Santo ha hecho este trabajo, lo ha hecho a través de Jesucristo, sin embargo, estoy diciendo que fue satanás quien hizo todo ese trabajo. Entonces, para cometer ese pecado, debes saber que Jesucristo es Dios y luego, a pesar de eso, adscribir el trabajo del Espíritu a través de él al diablo. Esa es una ofensa seria y muy seria, y que los fariseos no tuvieron en cuenta y lo rechazaron y este pecado está más allá del alcance del perdón del Espíritu de Dios, porque han cerrado el canal a través del cual Dios puede alcanzarlos.

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