26 agosto 2017

¿Para qué lado estamos mirando?

Hoy en día hay un grave problema en el panorama espiritual, y no es otra cosa que el número de pastores o semejantes que hay dentro del campo evangélico que están predicando y haciendo lo que quieren y casi nadie está levantando una voz contra ellos, a puertas cerradas reconocemos  que estos “hermanos” no están haciendo las cosas bien, pero cuando verdaderamente debemos confrontarlos dudamos si es mejor permanecer en silencio ejerciendo nuestro amor los unos por los otros.


Como cristianos,  ¿Cómo deberíamos responder ante tantas enseñanzas equivocadas que nos rodean, Esta es una pregunta importante que nos deberíamos hacer todos porque hay  muchas vidas que están siendo destruidas. La Biblia enseña que una de las responsabilidades de los ancianos de la iglesia es convencer con la sana enseñanza a los falsos maestros. 

El apóstol Pablo dijo a Tito, “que el anciano sea retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.” (Tito 1.9). Un anciano debe dar instrucción en la sana doctrina pero también tiene que refutar a los que contradicen la sana doctrina.
¿Por qué deberíamos hacer esto?
El apóstol Pablo dice que tiene que hacerse esto: “Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene.” (Tito 1.10-11).

Si nos quedamos callados, los falsos maestros continuarán dañando la fe de muchos con su afán de ganancia deshonesta y vergonzosa. Así que, es la responsabilidad del pueblo cristiano silenciar esas voces.

La pregunta que se hace con frecuencia es, ¿Qué podemos hacer ante tanta doctrina falsa? Tenemos el mejor ejemplo posible, Jesucristo. Casi al final de su ministerio terrenal, pasó algún tiempo refutando las enseñanzas y estilo de vida de los Escribas y de los Fariseos.  (Mateo 23.16-22)

Es muy triste lo que se está predicando y enseñando en muchos púlpitos cristianos con el nombre evangélico. Muchos de los responsables, pastores  y similares han convertido las iglesias en empresas lucrativas. Las almas necesitan ser rescatadas de ellos por medio del ejemplo del Señor Jesucristo.

Dios describió a los profetas de Israel como perros mudos que no pueden ladrar             (Isaías 56.10). ¿Podría decir lo mismo de nosotros? Los ladrones han entrado en la iglesia. ¿Estamos ladrándoles o estamos moviendo nuestras colas mientras ellos desvalijan económicamente y espiritualmente muchas vidas.


1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo.
    Como está escrito: Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. 4Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.
    5Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron. 6Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día; 7como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.
    8No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores. 9Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda. 10Pero éstos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales. 11¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré. 12Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados; 13fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.
    14De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, 15para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él. 16Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho. 17Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; 18los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos. 19Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu. 20Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, 21conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. 22A algunos que dudan, convencedlos. 23A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne. Judas 3-23.
    Gracias Esteban por estas reflexiones tan acertadas. Bendición

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