14 septiembre 2014

Satisfacer necesidades

Hay muchas personas que piensan que las leyes de Dios son onerosas en número y en detalle. Pero Dios en su sabiduría reduce toda ley de Dios a dos reglas simples para la vida: amar a Dios y amar al prójimo. Pero seguro que al oír estos mandamientos nos preguntemos  ¿Cómo amo yo a Dios?


Hay una anécdota que nos cuenta que cierto día un profesor estaba dando una clase acerca del amor, cuando se le acerco un alumno y le pregunto: Profesor,  no estoy realmente seguro de que entendí una cosa,  el primer y gran mandamiento es amar al Señor Dios con todo nuestro corazón, alma y mente, pero ¿cómo amo yo a Dios? El no tiene necesidades. ¿Cómo le he de mostrar a El que le amo?

El profesor le contesto, la Biblia como siempre  nos da la respuesta a su pregunta. Jesús dice:Porque tuve hambre, y ustedes Me dieron de comer; tuve sed, y Me dieron de beber; fui extranjero, y Me recibieron;  estaba desnudo, y Me vistieron; enfermo, y Me visitaron; en la cárcel, y vinieron a Mí.  "Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo Te vimos hambriento y Te dimos de comer, o sediento y Te dimos de beber? ¿Y cuándo Te vimos como extranjero y Te recibimos, o desnudo y Te vestimos? ¿Cuándo Te vimos enfermo o en la cárcel y vinimos a Ti? "El Rey les responderá: 'En verdad les digo que en cuanto lo hicieron a uno de estos hermanos Míos, aun a los más pequeños, a Mí lo hicieron.[1]

Cuando se ama a las personas, estamos amando a Jesucristo. Cuando aquellos que le son preciosos a Jesús llegan a ser preciosos para nosotros,  se está amando a Dios con todo el corazón,  alma y mente. No se ama realmente a Dios sino nos convertimos en un canal de su amor para satisfacer  las necesidades de nuestro prójimo. El amor es satisfacer necesidades.

El mayor ejemplo de que amar es satisfacer la necesidad de nuestro prójimo, como siempre nos lo dio el mismo Jesucristo: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna” [2]
Cuando Jesús murió en la cruz por nosotros no fue por un simple sentimiento. Fue nuestra necesidad la que lo clavó a la cruz. Sentía algo muy profundo por nosotros Jesucristo contempló nuestro pecado y vio nuestra gran necesidad,  y la cubrió, dando su vida por nosotros. Dios nos amó y satisfació nuestras necesidades. “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” [3]

No hablemos de ganar al mundo si no amamos a Dios. No hablemos de ganar al mundo si no tomamos el tiempo necesario para satisfacer las necesidades de  nuestro prójimo. No hablemos de ganar al mundo si no tomamos el tiempo necesario para satisfacer las necesidades de nuestra  familia. Nosotros tenemos que ser un canal de amor. Recuerde, el amor es acción. Es hacer. El amor es satisfacer necesidades.

[1].- Mateo 25.35-40
[2].- Juan 3.16
[3].- Romanos 5.8

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ÚLTIMA ENTRADA PUBLICADA

El Dios de las segundas oportunidades

Hoy en día, si cometes un error, estás perdido. Un tweet incorrecto puede significar que tengas un grave problema. Un comentario irreflexivo...