21 septiembre 2014

Buenas y malas noticias

Este fin de semana oyendo un programa deportivo en la radio el periodista comentaba que había sido un fin de semana de malas noticias, se refería a la derrota de España en el Campeonato del Mundo de Baloncesto,  la caída del piloto de motoGp, Marc Márquez y al descenso de España al grupo B en la Copa Davis de tenis. La verdad es que deportivamente no fue un fin de semana bueno, pero es lo que tiene el deporte una veces se gana y otra se pierde, una veces acarrea buenas noticias y otras veces no son tan buenas.



No me gusta ver las noticias en la televisión porque no hay ni una sola noticia buena, alguien me dijo “la prensa no está para dar buenas noticias”, no nos esperemos oír que el país funciona bien, que todo transcurre con normalidad, que los servicios públicos funcionan con normalidad, que la paz mundial inunda la tierra, están noticias no se publican, más bien lo que podemos oír es que ha habido inundaciones, terrorismo, secuestros, asesinatos, fraudes, corrupción, y así una tras otra malas noticias.

Pero también hay muy buenas noticias, la mejor y más importante noticia de todos los tiempos, está inspirada y elaborada en el cielo, e impresa y anunciada en la tierra para toda la humanidad, por supuesto se trata del Evangelio, palabra que  proviene de un vocablo griego que significa “buena nueva” y hace referencia al relato de la existencia,  la vida y los milagros de Cristo.

Hay un pasaje en la Biblia que describe la liberación de Israel del cautiverio babilónico como un año de jubileo en el que se cancelaban todas las deudas, se liberaban los esclavos y se devolvían las propiedades a sus dueños originales. [1]. Pero la liberación del cautiverio no trajo lo que el pueblo esperaba; todavía era un pueblo conquistado y oprimido. Pero Jesús con audacia anunció una muy buena noticia: El Espíritu del Señor está sobre mí,  Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;  Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;  A pregonar libertad a los cautivos,  Y vista a los ciegos;  A poner en libertad a los oprimidos;  [2]

Tengo una buena noticia para ti, en estos días donde lo que escuchamos es malas noticias por todos lados,  en medio de tanta aflicciones, pruebas, tribulación, enfermedades y falta de paz en los corazones, quiero decirle que todavía existen buenas noticias, para tu corazón y tu alma y es que el Señor Jesús está ahí en medio del problema esperando por nosotros, para traernos paz, llevar nuestros problemas, para saciar nuestras necesidades y decirnos que tienes la oportunidad de comenzar a vivir una buena noticia en nuestra vida.

[1].- Levítico 25
[2].- Lucas 4.18

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