18 febrero 2022

¿Es Jesucristo realmente lo primero en tu vida?

Es muy habitual oír a los cristianos decir: "Dios ocupa el primer lugar en mi vida" o aconsejar a otros que "se aseguren de que Dios tiene el primer lugar en su vida". Estas expresiones se utilizan con tanta frecuencia que corren el riesgo de convertirse en algo habitual en los medios cristiano. Sin embargo, la idea de poner a Dios en primer lugar es totalmente bíblica. Poner a Dios en primer lugar significa que le damos la máxima prioridad sobre todo lo demás. Que Él es lo más importante en nuestras vidas y el centro de todo lo que hacemos y pensamos.

Las parábolas de Mateo 13.44 y 45, nos ayudan a ver si el reino de los cielos es lo más importante de nuestra vida. El reino de los cielos vale tanto que es correcto vender todo lo que tenemos para conseguirlo. ¿Es así de valioso e importante para nuestra vida? La mayoría de los cristianos diríamos felizmente “Amén” a esto.

Cada uno pensó que el tesoro era tan valioso que vendió todo lo tenía para conseguirlo. Hay algunas veces que no sabemos muy bien si estaríamos dispuestos a renunciar a todo lo demás para conseguir ese tesoro. Pero esto paso con estos hombres que encontraron el tesoro, que vendieron todo lo que tenían, y lo hicieron con alegría. ¡Con alegría! Sin arrastrar los pies, sin pensar el gran costo de perder el resto de sus posesiones. Estaban muy contentos de haber hecho un buen “negocio”.

La historia cristiana está llena de personas que han hecho algo así. Algunos han dado la espalda al dinero familiar debido a su fe. Otros han dejado carreras prometedoras para servir en el ministerio. Otros innumerables han dedicado su tiempo libre y el dinero que de otro modo habrían gastado en sí mismos para el crecimiento del reino.

Entonces, ¿Cómo actuaríamos nosotros en esta situación? Hay dos formas de abordar esta cuestión:

Si nuestra vida fuera auditada, ¿habría evidencia de que Jesús es lo más importante para nosotros? Si alguien tuviera acceso a cómo gastamos nuestro tiempo y nuestro dinero, ¿Qué conclusión sacaría? Una visita un domingo a la iglesia no encaja del todo con las parábolas de Mateo 13.  Deberíamos preguntarnos: ¿Tiene la Biblia un papel importante en nuestra vida? ¿Qué tal la oración? ¿Qué tal las conversaciones con familiares y amigos sobre Jesús? Deberíamos ser honestos con nosotros mismos. Decir que Jesús es el primero en nuestras vidas es algo más que asistir a las reuniones programadas en la iglesia, en realidad demasiados cristianos que dicen que Jesús es lo primero de su vida viven como cualquier persona que no conoce a Dios.

El otro tema a tratar es, ¿Qué te trae alegría a tu vida? ¿Qué te trae felicidad y satisfacción? ¿Qué te emociona? Los hombres que vendieron todo lo que tenían no estaban tristes por lo que perdieron, sino que se alegraron mucho de lo que encontraron. Si la iglesia siempre es una carga y lo que realmente provoca alegría es el fútbol o el dinero, algo anda mal. Servir a Jesús es un trabajo duro, pero es lo que estamos destinados a hacer y hay una gran bendición en ello. Si asistir a las reuniones programadas de la iglesia, o si la lectura de la Biblia es una carga y no como un gozo, es que hay un problema a la vista que hay que tratar. Recuerda la bendición de estar en el reino, queremos ser consistentes con nuestra fe y vivir, no como hipócritas, sino como hijos de Dios. Si dice que Jesús es el primero en su vida, tome las medidas necesarias para asegurarse de que esto sea realmente cierto.

Poner a Dios en primer lugar es más fácil cuando tomamos en serio las palabras de Romanos 11.36: "Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén".

 

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