23 noviembre 2019

Nunca pierdas la Esperanza


Hay un dicho que dice que mientras hay vida, hay esperanza. Este dicho indica que no se debe dar cabida al desaliento en tanto exista una sola posibilidad, por remota que sea, de alcanzar aquello que se busca. Vivimos tiempos donde no hay verdades absolutas ni certezas aseguradas, por eso las personas que no tienen esperanza, que no esperan nada, lo que procuran es vivir la vida presente y el momento puntual, dicen eso de... “vive hoy a tope, que mañana no sabemos lo que nos espera”. 


No estoy de acuerdo con el dicho que dice: “mientras hay vida hay esperanza”. ¿Por qué? Porque hay personas que poseen buena salud y aún buena posición económica, y que sin embargo están depresivos y sin ánimo en la vida, no esperan nada, por eso creo que este dicho es justamente al revés: “mientras hay esperanza hay vida”, porque es justamente lo que se espera, la creencia de que el mañana nos depara algo mejor, la seguridad de que nuestras vidas dependen de Dios, y sobre todo la seguridad de que al final de nuestra existencia, viviremos eternamente con Dios en un lugar donde no existe el dolor ni la muerte.

¿Pero porque el mundo necesita esperanza? La gente se desilusiona y se da por vencida muy rápidamente. A veces ni siquiera aguarda lo suficiente como para darse cuenta de que los problemas no son tan serios como parecían al principio, y entonces se «ahogan» en un «mar» de ansiedades, preocupaciones y nervios.

El apóstol Pablo les dice a los creyentes de Roma, lo siguiente: “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Romanos 15.13). Pablo está diciendo que Dios puede hacer felices y dar paz a todos los que creen en ÉL, y en el Evangelio de Cristo, porque nos ofrece una maravillosa esperanza de un mundo ideal donde todas las injusticias desaparecerán.

Entonces si somos cristianos y confiamos en Jesús, una de las características visibles de nuestra vida será la esperanza, esa capacidad que se cultiva y desarrolla a lo largo de los años. Compañera inseparable de la fe, que se activa cuando nuestro  panorama se torna oscuro y sin probabilidades de éxito. Es entonces cuando despliega su poder para sostener a esas personas que decidimos poner en práctica la esperanza.
Debemos tener esperanza acerca de nuestro país y creer que Dios cambiará la situación.
Debemos tener esperanza acerca de nuestra familia y creer que Dios unirá, fortalecerá y hará crecer el amor en cada situación.
Debemos tener esperanza acerca de nuestro futuro y creer que Dios nos ayudará a lograr los objetivos que nos hayamos propuesto.

Seguro que en nuestra vida vamos a seguir encontrándonos con injusticias, con cosas que nos ocurren y no sabemos porque, ello hará que la tristeza nos invada y tendremos tentación de retirarnos de la batalla. Pero aún en esos momentos debemos tomar la determinación de que vamos a mantener la fidelidad a Dios y de que jamás nos rendiremos. 
Mostraremos paciencia y fe en todas las persecuciones y tribulaciones que nos toque padecer. (Tesalonicenses 1.4)




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