Decisiones correctas

Todos absolutamente todos los seres humanos hacemos y debemos tomar decisiones que afectarán nuestras vidas constantemente. Tomamos decisiones desde que nos levantamos, hasta que nos acostamos y cada acción que hacemos es determinada por una decisión.

Pero cuando debemos tomar una decisión, ¿Cómo saber que esas decisiones están de acuerdo a la voluntad de Dios para tu vida?

Nuestra meta debe ser tomar decisiones sabias que no provoquen tristeza y que traigan bendición a nuestra vida.

Pero estas decisiones no se toman al azar. No podemos esperar la dirección divina abriendo la Biblia y leyendo el texto en donde pongamos el dedo. No se puede sólo sacar una tarjetita de la caja de promesas y esperar que sea la que nos indique la voluntad de Dios. Otro peligro es probar a Dios como lo hizo Gedeón (Jueces 6.36–40), pues la mayoría de las ocasiones se escogen pruebas equivocadas, manipuladas o que nos convienen. Aun esperar que la paz que sentimos en la mente y corazón nos ayude a decidir puede ser engañoso.

Hay algunos pasos a seguir, siempre que vayamos a tomar decisiones, y es que debemos someterlas a la voluntad soberana de Dios:

A su voluntad moral y de acuerdo a las reglas y leyes. (Santiago 4.13–15)  

Que estén expresadas en su Palabra. (2 Timoteo 3.16–17)

Debiéndose tomarse bajo la motivación del amor. (Filipenses 2.4).

Considerando primero a los demás. (1 Corintios 10.24)

Y por encima de todo la gloria de Dios. (Colosenses 3.23)

Dios nos da su voluntad revelada en la Biblia. Aquí es donde nos dice lo que debemos hacer y lo que no debemos hacer. Pero el resto de la voluntad de Dios sólo se puede encontrar al hacerla. Sé sabio y obediente, toma buenas decisiones de acuerdo a la palabra de Dios.