14 enero 2017

Calculando los gastos

Últimamente y no sabría si decir afortunadamente
 o desafortunadamente están proliferando muchas cadenas de radio y televisión cristianas. Antes de nada quiero dejar bien claro que soy consciente de la gran inversión monetaria que representa sostener una emisora de radio, o  un  canal de televisión. Desde gastos operativos, antenas, equipos de radio y televisión,  nóminas de empleados y alquiler de instalaciones. 


Es por eso que creo que todos estos Ministerios tienen la total libertad de apelar a la generosidad de sus oyentes, o televidentes para ayudar con el sostenimiento de su proyecto.
También es verdad que un canal de televisión, o radio puede tener un gran impacto en la vida de cristianos y no cristianos, principalmente en aquellas emisoras, que son fieles en proclamar el mensaje del evangelio debidamente.  Hasta aquí todo es compresible.
Sin embargo, creo que hay algunas cosas que no encajan con la proclamación del Evangelio, y no es otra cosa que las jornadas de las llamadas Maratónicas, o jornadas de sembrar y en donde el nombre del evangelio se ha manchado y muchos excesos se han cometido, con proclamas como:  “De y creále a Dios", "siembre y coseche", "cree solamente", "atrévete a pactar en este día".

No digo que no apelen a la sensibilidad de los oyentes, y si alguno se siente sensibilizado pues voluntariamente done lo que el crea oportuno, pero no sería más sencillo y más honesto decir sencillamente que necesitan del aporte económico para poder llevar adelante el proyecto y que necesitan de la generosidad de los oyentes o televidentes para proseguir adelante, y de esta forma y sin sentirse coaccionado con frases tentadoras y textos sacados de la Biblia fuera de contexto, cada uno de conforme a su corazón. Pero las formas que algunos pastores usan para motivar a la gente son tan ridícula y anti-Bíblicas que muchos de los cristianos sentimos vergüenza.

Por eso la advertencia que se hace a los pastores en la primera carta de Pedro: “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto” (1 Pedro 5.2).

Los pastores nunca deben usar la influencia que Dios les ha dado para manipular a los creyentes. El mismo apóstol denunció a los falsos maestros, advirtiendo a sus lectores que “y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas.  Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda,  y su perdición no se duerme. …” (2 Pedro 2.3).

Entiendo que algunas personas han visto la provisión divina después de hacer alguna contribución en estos Ministerios. Al fin y al cabo, la generosidad es agradable a Dios. Pero nunca debemos pensar que la causa de nuestra bendición o prosperidad se encuentra en nuestro sacrificio o en lo abultado de nuestras ofrendas.

Creo de todo corazón que tenemos que hacer nuestros mejores esfuerzos para el avance del evangelio. Debemos cumplir con la gran comisión, cada uno desde su lugar, pero debemos hacerlo legítimamente. Los resultados se los dejamos a Dios. Reconozco el esfuerzo que hacen los distintos ministerios. Reconozco la labor que hacen los pastores, voluntarios, y trabajadores de los canales para su funcionamiento. Reconozco que Dios ha usado emisoras de radio y televisión en alguna medida para su gloria. Reconozco que hay hermanos dentro del cuerpo de Cristo que han sido bendecidos por Dios a través de estos medios. Pero nada de esto justifica la manera irresponsable y manipuladora con que se colecta.

Nada de esto justifica lucrarse con el evangelio. 



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