27 marzo 2016

Atar, al enemigo

Muchos cristianos no le dan mucha importancia, a la guerra espiritual pero deberían. Pablo lo admite, “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne,  sino contra principados,  contra potestades,  contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo,  contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”. (Efesios 6.12)


Escucho a un pastor en la radio que no hay día ni programa que reprenda y ate a satanás en el nombre de Jesús. En algunas iglesias, por ejemplo, es común escuchar a pastores y su gente hablar de “atar a Satanás” o muestras similares de confianza.  Sin embargo, las armas de esta guerra son a menudo malentendidas de alguna forma,  por lo que creo que esto es un error, sencillamente porque atar a Satanás está fuera de nuestra jurisdicción.

Satanás puede ser atado, sólo que no por nosotros. La tarea de atar a Satanás se le ha dado a un ángel: “Vi a un ángel que descendía del cielo,  con la llave del abismo,  y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón,  la serpiente antigua,  que es el diablo y Satanás,  y lo ató por mil años;  y lo arrojó al abismo,  y lo encerró,  y puso su sello sobre él,  para que no engañase más a las naciones,  hasta que fuesen cumplidos mil años;  y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo”. (Apocalipsis 20.1-3)

Es una tarea bastante importante, El propio arcángel Miguel no trató de atar a Satanás de la forma en que muchos “pastores” lo hacen. Debemos darnos cuenta que  incluso invocando el nombre de Jesús no garantiza que  la “formula” funcione. Hay una historia en la Biblia que prueba esta hipótesis. Hechos 19.13-16 dice: 
“Pero también algunos de los Judíos, exorcistas ambulantes, trataron de invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: “Les ordeno que salgan, en el Nombre de Jesús a quien Pablo predica.” Siete hijos de un tal Esceva, uno de los principales sacerdotes Judíos, eran los que hacían esto. Pero el espíritu malo les respondió: “A Jesús conozco, y sé quién es Pablo, pero ustedes, ¿quiénes son?” Y el hombre en quien estaba el espíritu malo se lanzó sobre ellos, y los dominó y pudo más que ellos, de manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos”.   

Si algo he aprendido en estos últimos tiempos es que en la Biblia hay partes escritas como descripción narrativa, que registran lo que sucedió en la historia, y hay otras partes narrativas escritas como mandamientos prescriptivos que se aplican a ti y a mí.

La única instrucción que se nos da como cristianos para confrontar la lucha contra las fuerzas espirituales está en  Efesios 6. 11  que dice, “Vestíos de toda la armadura de Dios,  para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. …” y continua en el versículo 13, “Por tanto,  tomad toda la armadura de Dios,  para que podáis resistir en el día malo,  y habiendo acabado todo, estar firmes.”.

En medio de la guerra espiritual que como hemos dicho es real y no tenemos por qué ignorarla,  el mandamiento que tenemos en la Escritura es resistir y estar firmes, (Santiago 4.7). No tenemos que atar al diablo porque toda su obra está bajo el control soberano de Dios.
ESTEBAN MORENO



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