28 febrero 2016

Beneficios que los problemas confieren

Yo sé muy bien que los problemas, cualesquiera que sean es uno de los supuestos puntos débiles de Dios en el mundo, acerca del cual les encanta reflexionar a las mentes escépticas. ¿Cómo puede ser un Dios de amor, cuando Él permite tantos problemas? ¿Puede ser un Dios de misericordia, cuando Él permite tanta desgracia? ¿Si Dios puede prevenir el dolor y la enfermedad, porque no lo hace. Cosas como estas son los razonamientos que a menudo aparece en el corazón del hombre.



Yo conozco el sufrimiento y el dolor que problemas como la enfermedad, la  adicción a drogas y alcohol conlleva. Yo admito la miseria y desdicha que trae consigo cuando nos visita todos estos problemas. Pero no puedo considerarla un mal puro, sin mezcla. Veo en tantos problemas una provisión útil para Dios, para frenar los estragos de los problemas en la vida del hombre.

Lo que la Biblia revela es que Dios hace que el mal coopere para un bien mayor y que el mal será destruido cuando Dios termine su propósito. Dios  tiene un plan de cómo usar ese problema para que al final resulte en sus propósitos y en su glorificación.
Hay una historia en la Biblia  que nos relata como los hermanos de José le habían vendido como esclavo, y él termina en una cárcel en Egipto. Sin embargo, través de una serie de circunstancias, José es sacado de la cárcel y pasa a ser la mano derecha de Faraón, liderando la supervivencia de la nación a través de un período de hambruna. En este momento el preserva el bienestar de miles de personas, entre ellos a sus propios hermanos.Ellos lo quisieron para mal, pero Dios lo tornó en bien. Ahí tenemos a Dios usando el mal y las acciones pecaminosas de los hombres para la realización de sus propósitos. “Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió ese mal en bien para hacer lo que hoy vemos: para salvar la vida de mucha gente”. (Génesis 50.20)

Hace algún tiempo visite a un hombre en el hospital, este hombre me contaba que el nunca había creído en Dios, pero desde que estaba en el hospital aquejado de una grave enfermedad se había considerado la existencia de Dios, con el tiempo este hombre acepto a Jesucristo como Señor y Salvador de su vida, partiendo a la presencia de Dios, con la seguridad de que vería al Señor cara a cara y con una paz que hasta sus familiares no podían asimilar.
La enfermedad ayudo a este hombre a pensar seriamente en Dios, y en sus almas y en el mundo venidero. La mayoría de la gente, cuando goza de salud, no tiene tiempo para tales pensamientos. Les disgustan. Los echan fuera. Los consideran molestos y desagradables. Pero una severa enfermedad tiene a veces un maravilloso poder de convocar y reunir estos pensamientos, y de ponerlos a la vista del alma del hombre.

Halla por los años 80 surgió el grave problema de la droga en España, al mismo tiempo surgieron los Centros de Rehabilitación Cristianos, donde muchos jóvenes ingresaron sin esperanza de salir adelante, después de haber pasado por infinidad de programas, y no solamente dejaron las drogas, sino que hoy en día Dios los está utilizando como maestros de la Biblia, dirigiendo los actuales centros, como misioneros esparcidos por todo el mundo, no es que Dios permitiese la droga, pero si utilizo ese mal para llevar a multitud de jóvenes a sus pies y servirle como cristianos de todo corazón.

Dios no quiere el mal para nuestra vida, pero una vez que el mal mora en nuestra vida, Dios utiliza ese mal para llevarnos a sus caminos.

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