20 octubre 2013

¿Tiene propósito mi asistencia a la Iglesia?

Esta semana se ha hablado mucho sobre lo importante que es congregarse,  no me cabe duda que es un tema importante y que seguro habéis oído muchas, muchísimas veces.
Personalmente he vivido y experimentado las bendiciones de congregarse en amor, compañía, oración y comunión, la dicha de formar parte del Cuerpo de Cristo.



Todo esto es cierto porque lo dice la palabra de Dios: no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.( Hebreos 10.25).

Pero hay una pregunta que me hago, ¿Para qué nos congregamos? Acaso nos congregamos para que el pastor no vea sillas vacías, lo hacemos para justificarnos como cristianos, o lo hacemos  para repetir rutinas religiosas, o para  contarnos las batallitas que hemos pasado.

Que nuestra asistencia a la iglesia no sea un agradable paseo mañanero,  o porque tengamos curiosidad porque el pastor que va a predicar nunca lo había hecho aquí, que no sea por el placer de encontrar amigos, sino que asistamos con un propósito,  porque no se es mas cristianos por asistir a la iglesia, ¿Por qué cuantos van todos los domingos a la Iglesia, y ni tan siquiera se han arrepentido?, y se de lo que hablo, o ¿Cuántos no asisten a la iglesia y son verdaderos cristianos, arrepentidos y nacidos de nuevo?

Hay una cosa que no me gusta, y es que cada vez que queremos tener razón en alguna de nuestras ideas  caigamos en la “versiculitis”, esa mala costumbre de extraer versículos de la Biblia para mostrar nuestras razones.

No todos tenemos la oportunidad de asistir a una congregación, pero si asistimos tengamos un verdadero y claro propósito y dar una  buena respuesta a la pregunta que Dios le hizo a Elías, ¿Qué haces aquí Elías? (1 Reyes 19.9)

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