23 enero 2009

Amad a nuestros enemigos

Me impacta mucho el mandamiento cristiano del amor al enemigo, (Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen y orad por los que os ultrajan y os persiguen). ¿Cómo se puede pedir a la gente que ame a su enemigo como manda el Evangelio cuando hemos estamos a merced de personas que no han tenido ningún reparo en hacernos daño? ¿Cómo sentir amor por quien mata para robar un reloj o quien arrebata a otro el fruto de mucho tiempo de trabajo porque no quiere esforzarse para obtener sus propias cosas? ¿Cómo se nos puede pedir que amemos a nuestros enemigos, si ellos amenazan nuestra integridad física? ¿No debería haber un límite? ¿Cómo llenar el corazón de amor ante ese tipo de personas? Uno no debe vivir odiando permanentemente a sus enemigos, pero ¿cómo justificar a alguien que roba o hace daño a otra persona, dañando gravemente a una familia? ¿Estas personas merecen perdón? Me parece saludable para uno mismo tratar de no vivir odiando para siempre a los malhechores, pero ¿cómo orar por ellos cuando han provocado un daño innecesario?
En caso de agresión puedo orar por las víctimas u ofrecerles mi ayuda para mitigar su dolor; incluso puedo orar por el que me envidia o me desea el mal, pero…………..
¿Cómo explicar que hay gente que va a las cárceles a ayudar a los presos cuando aun hay víctimas suyas sufriendo?Creo que la respuesta a la pregunta sobre la posibilidad del amor cristiano al enemigo debe ante todo subrayar que el amor cristiano no es un amor romántico o sentimental sino una voluntad deliberada y firme de hacer el bien al otro, sea quien sea. Jesús oró en la cruz por los que estaban asesinándolo mediante una tortura atroz. El cristiano que va a la cárcel debe ser otro “Cristo”. Visitar a los presos es uno de los deberes cristianos acordaos de los presos, como si estuvierais presos conjuntamente con ellos” Esa obra de amor no se refiere sólo a los presos inocentes, sino también a los presos culpables. El testimonio del verdadero amor puede lograr la conversión incluso de los peores criminales· Debemos pedir ayuda a Dios para que nos enseñe a amar a nuestros enemigos, en el sentido de responder al mal con el bien, no en el sentido sentimentalista. Sin la gracia de Dios, vivir el Evangelio de Cristo en su integridad es una tarea humanamente imposible. Pero contamos con la ayuda divina; y nada es imposible para Dios
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (Romanos 5.8)

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