06 enero 2009

Hoy puedo estar abatido, pero no derribado.

Ho ha sido el mejor comienzo de año que hubiera deseado, problemas, problemas y más problemas, pero una cosa clara tengo que aunque pueda estar abatido, nunca estare derribado. En la segunda carta a los Corintios el Apóstol Pablo da a conocer a la Iglesia la situación en la que se encontraba, debido a que algunos de sus miembros habían emprendido una campaña para desprestigiarle, llegando hasta poner en duda, la legitimidad y autoridad de su apostolado, pero en medio de esas sombras él habla de rayos de esperanza cuando dijo: así, aunque llenos de problemas, no estamos sin salida; tenemos preocupaciones, pero no nos desesperamos. Nos persiguen, pero no estamos abandonados; nos derriban, pero no nos destruyen. (2 Corintios 4.8-9)
Hoy quiero desear tener esa visión clara de la vida.

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