01 enero 2021

Año nuevo, ¿vida nueva?

No me gusta echar la mirada atrás pero siempre que celebro un año nuevo me viene a la memoria una frase súper-conocida, súper-repetida, pero que nunca o pocas veces se cumple. Esta no es otra que: Año Nuevo Vida Nueva. Y me convencía de que a partir de ese primero de enero todo iba a cambiar en mi vida, dejaría mis malos hábitos que eran muchos y dañinos, que sería una persona más responsable, que cumpliría con todas mis obligaciones, en fin cambiar de vida. Pero alrededor del 7 de enero todas esas buenas promesas se desvanecían  como la niebla y el rocío de la mañana.  


No hay nada malo en cuanto a enunciar tales resoluciones, típicas de Año Nuevo. Todos nos proponemos hacer cosas que luego de comenzar muchos fallamos en sostener, pero la buena noticia es que cada año es una oportunidad para empezar otra vez y comenzar de nuevo. E igualmente, también tenemos la oportunidad cada semana. El lunes es el primer día de la semana e implica un nuevo comienzo, y más, ¡cada día es una oportunidad para comenzar de nuevo!

Yo este año no he pronunciado esta famosa frase porque hace ya 35 años si se hizo posible este cambio en mi vida, la cosa era que se lo pedía al año nuevo y verdaderamente quien me podía dar una nueva vida era solamente el dador de la vida: Pon tus actos en las manos del Señor y tus planes se realizarán. (Proverbios 16.3) 

Hoy en estos primeros días del año quiero compartirles uno de los pasajes que he seleccionado, (Salmo 1.1-6) que nos habla de algo relacionado con nuevos comienzos y nuevas oportunidades, y nos sugiere algunas resoluciones posibles para este Año Nuevo.

Al afrontar el reto y el desafío de un nuevo años este salmo nos ofrece palabras de ánimo. Nos anima a tener el buen hábito de pasar tiempo con Dios y anhelar sus palabras, meditando y deleitándote en ellas.

La promesa es que si te «deleitas» en la Palabra de Dios y «meditas» en la Escritura «noche y día» (VS-2), tu vida será bendecida. La felicidad proviene de conocer a Dios. La bendición es lo que te ocurre al conocer a Dios y meditar en sus palabras.

Dios te promete fecundidad (que, cuando llega su tiempo, da fruto, VS-3b), vitalidad (sus hojas jamás se marchitan, VS-3) y prosperidad (Todo cuanto hace prospera, VS-3d), aunque no sea necesariamente prosperidad materia.

La clave para una vitalidad y una fecundidad perdurables, y en última instancia, eternas, estriba en nuestra relación con Dios.

Si procuramos seguir «el camino de los justos» sobre el que habla este salmo, tendremos la seguridad de que el Señor mismo cuidará de nosotros (Vs- 6).

Deseo de corazón que pasen un feliz Año Nuevo al lado de sus seres queridos y que todas tus metas se concreten. Recuerden que siempre habrá momentos difíciles en la vida, lo importante es superarlos y seguir adelante con la ayuda de Dios.

Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía. (Salmo 37.5-6)

 

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