22 junio 2019

El problema no es la herramienta sino el uso que se haga de ella.


Como casi todo, cuando hay algún proyecto, programa, evento o acontecimiento, surgen defensores y detractores. Unos están de acuerdo y ven todo ventajas y otros solo ven problemas y mas problemas. Esta circunstancia se da mucho en las redes sociales y sobre todo en el mundo cristiano, hay muchos pastores que están en contra de cualquier cosa que tenga que ver con internet, redes sociales, videos, etc. Hasta el punto de prohibir en sus congregaciones la participación en cualquier red social. Por el lado contrario están los que solo ven ventajas en las redes sociales. Personalmente no veo mucho problema, el problema no son las redes sociales sino el uso que se haga de ella.


Si retrocedemos en la historia veremos que los cristianos siempre han sido muy hábiles en tomar las nuevas tecnologías y usarlas para el bien de los demás. En la iglesia primitiva, existió una nueva “tecnología”, una tecnología de comunicaciones y fueron las carreteras romanas. Este sistema de carreteras que se extendió por todo el mundo, se inventaron para llevar el comercio de un lugar a otro, para mover soldados de una ciudad a otra, pero los cristianos lo vieron como una oportunidad para llevar el evangelio de un lugar a otro, para comunicar el mensaje de salvación a través de estos caminos.

Muchos años más tarde, entra la imprenta, y los cristianos de apoderan de esta nueva “red de comunicación “y logran que este nuevo medio de comunicación, Introduzca a mucha más gente que nunca a la doctrina bíblica. Y así, a lo largo de la historia, los cristianos han encontrado formas de utilizar la nueva comunicación, los nuevos medios, para llevar a cabo la predicación de las Buenas Nuevas, y eso es precisamente lo que muchos estamos haciendo en internet.

Hace ya algunos años cuando empezaron a resurgir los blogs y más tarde las redes sociales, me surgió una pregunta, ¿cómo puedo usar todo esto para servir al Señor, y que sea útil para otras personas?  La respuesta la vi claramente, puedo utilizar este medio para aprender, enseñar, animar y equipar a otras personas. Compartir el Evangelio, compartir libros, compartir ideas, y después de años puedo decir que ha sido una tremenda bendición.
Como bien hemos dicho anteriormente, una de las cosas que encontramos en las redes sociales, es que estas vienen con beneficios e inconvenientes. Los beneficios ya los hemos enumerados, pero ¿y los inconvenientes? Bueno, aquí como en otros sitios, unos ven problemas por todos los lados, y otros menos. Uno de estos inconvenientes más negativos que he observado a través de las redes sociales es que podemos ser muy rápidos para hablar y muy lentos para escuchar. O que es muy fácil hablar de los demás, como no tengo que mirarle a los ojos, no tengo que verles la cara, no tengo que leer sus reacciones físicas mientras les hablo, pues me permito toda clase de vituperios.

Soy de los que piensas que hay un buen futuro para las redes sociales, cualquiera puede tener voz, hablar con otros, escribir algo que les interese y atraer a otras personas en torno a esas ideas, pero tenemos que asegurarnos de que lo estamos haciendo con respeto, con consideración, esto de una manera claramente cristiana, enfatizando el carácter piadoso, el amor por los demás y haciéndolo todo para la gloria de Dios.


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