12 enero 2019

Propósitos saludables.


"Ahora sí, en 2019 me pongo en forma". "Este año si lo consigo”,". "Año nuevo, vida nueva". Estas frases y similares se repiten una y otra vez los últimos días del mes de diciembre, y con el comienzo de un nuevo año llega el momento de poner en práctica los propósitos que se fueron asumiendo durante los últimos días de las fiestas navideñas. Tengo algunos objetivos físicos porque son buenos para mi salud, pero mis metas no están simplemente enfocadas en lo físico. 


Como cristiano, estoy desarrollando las maneras de crecer espiritualmente. Pablo escribe: “porque aunque el ejercicio físico sirve para algo, la piedad es útil para todo, porque tiene promesas de vida para el presente y para el futuro” (1 Timoteo 4.8).
Pablo no está diciendo que el ejercicio físico no sirve, él no estaba menospreciando el ejercicio físico. Después de todo podemos observar como Pablo pasó unos tres años en Éfeso, donde había un gran Coliseo en el que a veces se celebraban los juegos olímpicos de la época.  El Apóstol Pablo usó el ejemplo de la carrera de aquellos tiempos para compararla a la vida y el andar del creyente, en 1 Corintios 9.24 al 27. Y aunque el Apóstol Pablo no se le recuerda como una persona que practicaba el “running” a no disponer de medios de transporte y ni siquiera de un caballo o de un burro, el apóstol se trasladaba de un lugar a otro andando, para lo cual se tenía que ser una persona dura y fuerte físicamente para cubrir las distancias que recorrió a través de todo el Imperio Romano, o sea que es evidente que caminó hasta la extenuación. Y ya sabemos cómo se recomienda hoy el caminar regularmente cada día para conservar la buena salud.

Pero él hace énfasis en que tenemos que crecer en la piedad, ¿Por qué?

El ejercicio físico, el ejercicio del cuerpo le ayuda a usted solamente en esta vida. Crecer en la piedad tiene doble provecho, pues tiene promesa de esta vida presente y de la venidera.

Entonces veamos la manera de  como crecer espiritualmente.

1. Habla con Dios a través de la oración.
Sin comunicación constante, (oración) cualquier relación no durará. Sin embargo, muchos cristianos, que profesan tener una relación con Dios, rara vez, o nunca, hablan con Dios. Podemos pasar semanas o incluso meses sin hablar con Dios. Sorprendentemente, muchas de estas mismas personas se preguntan por qué sus vidas espirituales no crecen, parecen obsoletas. Y es que todas las relaciones necesitan comunicación. Porque amo a mi esposa y quiero una relación duradera con ella, hablo con ella. Comparto mis pensamientos con ella. Le cuento acerca de mis luchas. Le agradezco todas las cosas que ha hecho por mí. Le pido ayuda cuando la necesito. Del mismo modo, porque amo a Dios y quiero una relación duradera con Él, le hablo. Pablo le dice a la Iglesia en Filipos: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. (Filipenses 4. 6).
En este punto, podríamos pensar, para mi es fácil hablar con  mis seres queridos, porque ellos responden”. Esto nos lleva al siguiente punto.

2. Deja que Dios te hable a través de su Palabra.
Si quieres escuchar la voz de Dios, lee tu Biblia. La Palabra de Dios es la principal fuente de comunicación de Dios. Por supuesto, Dios también se revela a través de la creación. Sin embargo, es a través de los sesenta y seis libros de la Biblia que recibimos una comunicación especial de Dios. Este año, deja que las palabras de Dios saturen tu vida cada día. No dejes que pase un día sin estudiar, sin escudriñar la Palabra de Dios, El estudiar en profundidad la Biblia puede compararse al extraer oro de una mina. Si hacemos un pequeño esfuerzo y sólo “cogemos los guijarros en el arroyo”, sólo encontraremos un poco de polvo de oro. Pero si nos esforzamos en realmente “excavar en ella”, la recompensa será de acuerdo a nuestro gran esfuerzo.

3. Habla con otros, testifica del Evangelio.
Una de las mejores maneras de crecer en la fe es comunicársela a los demás.(1 Juan 1.1-3) Lo que ha sido desde el principio. Lo que hemos oído. Lo que hemos visto con nuestros propios ojos, eso es lo que tenemos que mostrar a las personas. Cuando testificamos con respecto a la esperanza que hay dentro de nosotros y de nuestra fe en Jesús, haciéndolo con gentileza y respeto, eso nos hará crecer espiritualmente.

4. Deja que otros te hablen, estudia, crece.
Es importante que seamos continuamente discipulados, enseñados por otros. Todos necesitamos personas confiables que nos enseñen, que oren por nosotros, que nos alienten, que nos aconsejen y hablen la verdad en nuestras vidas. Hay tanto que podemos aprender unos de otros. Entonces, tómate tiempo este año para buscar cristianos fieles que puedan ayudarte a estudiar, a profundizar en el estudio de las Sagradas Escrituras y así crecer espiritualmente.

Tengo claro que si cada día fielmente acudo a mi cita con el ejercicio físico, con el tiempo, mi cuerpo me lo va agradecer y será bueno para mi salud.
De la misma manera, si soy fiel con la oración, con la lectura de la Palabra de Dios, con hablar de lo que Dios ha hecho en mi vida y no dejo de aprender cada día más de la vida de Jesús, influirá en mi vida, tanto en el presente y en el futuro.

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