10 agosto 2015

Nuestro comportamiento en verano

Llegan las vacaciones y una de las cosas que suelen ocurrir es que muchas de las actividades que hacíamos las dejamos de hacer, por supuesto dejamos de trabajar, estudiar, dejamos las labores hogareñas, y si nos desplazamos a nuestro lugar de vacaciones dejamos de asistir a nuestra iglesia local. 


Todas estas cosas llegan a ser muy normales en periodo vacacional, pero me gustaría que nos hiciéramos todos nosotros una pregunta, ¿En periodo vacacional dejamos nuestra relación con Dios? ¿En este tiempo de relajación dejamos de orar, de leer la Biblia? ¿Nos comportamos igualmente que en cualquier etapa de nuestra vida? ¿O en el periodo vacacional dejamos de ser cristianos activos, y vivimos un periodo de cristianismo a medias?

No es malo tomarse unos días de descanso, el mismo Jesús recomendó a sus discípulos que se tomaran un tiempo de relax, [1] pero eso no implica que debamos relajarnos en nuestra comunión con Dios. El siempre está pendiente de todos y cada uno de nosotros.
Las vacaciones son necesarias, nos vienen bien para relajarnos,  para olvidarnos de tanto estrés, para dedicar más tiempo a la familia, pero eso no implica que nos debamos  olvidar o por lo menos disminuir nuestra relación respecto a Dios. Podemos decir que el descenso en la vida cristiana durante el verano nos lleva a ser cristianos de tiempo parciall. A vivir la fe de forma esporádica en esta temporada.

Las personas que hemos tenido un encuentro personal con Jesucristo, debemos vivir una vida cristiana al 100%, tanto en invierno como en verano, en el trabajo y en las vacaciones, en la salud y en la enfermedad, con calor o con frío, ya que nuestra vida sólo encuentra sentido en la íntima relación con Dios.

No olvidemos pues, que Dios no se toma vacaciones en su búsqueda de amor al hombre y que estas vacaciones, pueden ser tiempo excepcional para testificar, para evangelizar, para reponer fuerzas, y es que en verano, seguimos siendo cristianos. Es más, tenemos una magnífica oportunidad de serlo y de demostrarlo.

Cuidado con la relajación en verano, como todos ya sabemos el diablo como león rugiente está ahí, [2]  aprovechándose de nuestra relajación veraniega, y muchas veces hacemos cosas que en otros momentos del año ni tan siquiera lo pensaríamos, pero la relajación es muy peligrosa, y satanás, el demonio, el maligno, el tentador, como quieras llamarlo, no se va de vacaciones y no tenemos que dejar que el mal tome parte en nuestras vidas en vacaciones.

Reconocemos que muchas cosas cambian en estos días en nuestra vida, pero que lo tengamos muy claro que lo que no tiene que cambiar en nuestra relación con Dios, esa tiene que ser siempre lo primero estemos donde estemos, hagamos lo que hagamos.

FELIZ VERANO¡¡¡¡¡



[1].- Marcos 6.31

[2].- 1 Pedro 5.8

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