Mujer tu vida puede dar muchas cosas buenas, si quieres ser un ejemplo que ilumine tu vida busca en la Biblia, allí encontraras mujeres que buscaron a Dios, y dieron su vida por El. Ana, Esther, Abigail, Sara, Débora, María y muchas otras que Dios uso en su obra.
Pero hay otras menos conocidas que no retrocedieron ante ningún sacrificio. Se trata de dos mujeres valientes. Sifra y Fua .Estas dos mujeres no eran del pueblo de Dios, y a pesar de esto fueron muy valientes para hacer la voluntad del Señor. Quizás nunca habíamos oído hablar de ellas, pero su ejemplo es muy digno de imitar, por su valentía y fe. Consideremos los que estas dos mujeres hicieron para hacer la voluntad de Dios, a pesar del peligro que esto representaba para sus vidas.
El pueblo de Israel comenzó a multiplicarse y esto trajo temor a Faraón. El Faraón comenzó un plan para que el pueblo no se multiplicara, pero este esfuerzo para detenerlos no funciono. El Faraón ideo otro plan, ya que el primero fallo. Mando a llamar a las parteras Sifra y Fua, y les dio una orden. La orden era matar a los niños varones de los Israelitas. Ellas tenían que cumplir esta orden o mandato del rey, sin reclamar. El no obedecer este mandamiento del Faraón traería consecuencias trágicas para ellas. Estaba en juego sus vidas y la de sus familias.. Hoy día muchas veces nos encontramos con leyes del gobierno que van en contra de la voluntad de Dios. (divorcio, matrimonio ilícitos, aborto, drogas).
Estas mujeres no obedecieron este mandamiento del Faraón. ¿Por qué no obedecieron la orden del Faraón? La razón es porque ellas “temían a Dios”. Aunque no eran del pueblo de Dios tenían algún conocimiento acerca del Dios vivo y verdadero. El temor a Dios y no al rey, las llevo a hacer la voluntad del Señor y no la del rey.
Estas mujeres perseveraron las vidas de los niños. Las parteras estaban para ayudar a nacer, no para matar. Estas mujeres mostraron un gran valor y amor a Dios arriesgando sus vidas al desobedecer la orden de Faraón.
Es muy grande el privilegio que te está dando el Señor. No existe honra mayor para una mujer cristiana que producir vida en los demás
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