06 noviembre 2021

Evangelio humanista

Amigo sabes que “Jesús te ama y quiere salvarte”, “Dios tiene un plan maravilloso para tu vida”. Si una persona quiere ir al cielo le decimos repite esta oración conmigo y ya eres salva. Dios quiere darle una vida excitante. Dios quiere bendecirle. Dios quiere quitar todos sus sufrimientos y darle una vida feliz. Por supuesto que hay una verdad en esto. Pero lo que sucede, con esta clase de evangelio es que cambiamos el énfasis de la "salvación del pecado y del juicio" por "Dios quiere que Ud. sea feliz y bendecido". No nos enfocamos en el hecho de que nuestros pecados ofenden a un Dios santo, y que la Cruz es el único remedio. En cambio, el mensaje es más como un “talismán” que usamos a Jesús como un medio para tener una vida feliz y exitosa.

El apóstol Pablo escribió: "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias" (2 Timoteo 4.3). Nunca ha habido un tiempo en la historia cuando esta Escritura se cumplió de manera más abierta que hoy. Tenemos infinidad de maestros "divertidos dando cosquillas a los oídos de los cristianos y recibiendo buen pago por ello. Si les quitáramos la habilidad de causar "comezón de oír", muchos de esos maestros y predicadores perderían su negocio de la noche a la mañana. Ellos se quedarían sin nada que decir. En ningún lugar de la Biblia se usa este método, Jesús nunca uso este método, debemos hacer lo que la Biblia nos enseña. Las Sagradas Escrituras nos mandan que nos arrepintamos, que reconozcamos nuestros pecados que nos acerquemos a Dios por medio de Jesucristo  

El arrepentimiento es un requisito tan esencial como lo es la fe para que la persona llegue a convertirse en un verdadero cristiano. El arrepentimiento fue el primer mensaje en el ministerio de Juan el Bautista (Mateo 3.2); el primer mensaje en el ministerio del Señor Jesucristo (Mateo 4.17); el primer mensaje en la iglesia primitiva por medio de Pedro (Hechos 2.38) y también ocupó un lugar prominente en las enseñanzas de los apóstoles. Esto debe ser una enseñanza continua de cada cristiano. Aquellas personas que escuchan decir “Jesús te ama y quiere salvarte”, sin antes estar conscientes de su pecado y de la consecuencia de éste, pueden pensar de la siguiente manera: ¿Jesús quiere salvarme?… ¿De qué? ¡Si yo no he hecho nada!

Para que una persona de el primer paso hacia Dios, tiene que ver el pecado como algo muy peligroso para su vida, y si no lo ve así va a ser muy difícil que se arrepienta, ¿Y cómo se puede ver el pecado como algo peligroso para nuestra vida?, utilizando la Ley de Dios. Si, los Diez Mandamientos, estos nos harán ver que un día violamos la ley de Dios y que tenemos motivos más que suficientes para arrepentirnos. Si no utilizamos la ley de Dios solo encontraremos justificaciones, (si, todo el mundo lo hace, yo no hago daño a nadie, después de todo no es tan malo),  y una cosa es segura cuando hay justificación hay pecado, porque si no hay pecado no hay necesidad de justificarnos.

¿Entonces Dios no perdona a todo el mundo?, no, rotundamente no, Dios perdona y ofrece su misericordia a las personas que se arrepienten y se apartan del pecado, necesitamos entender esta verdad para llevar a las personas de una forma genuina a los pies de Cristo.

Como Juan El Bautista nosotros preparamos el camino al Señor, ¿pero donde llegaba ese camino en el que Jesús iba a caminar? Iba al corazón del hombre, por eso Juan utilizaba la Ley de Dios para preparar ese camino decía: Arrepentíos,  dejar de robar, dejar de extorsionar, dejar de calumniar, no codiciéis lo que no es vuestro. Juan utilizaba la Ley para hacer ver que había algo en nuestra vida por lo cual nos teníamos de que arrepentir.

El arrepentimiento fue el primer mensaje en el ministerio de Juan el Bautista, el primer mensaje en el ministerio del Señor Jesucristo, y el primer mensaje en la iglesia primitiva por medio de Pedro. Y este debe ser el primer mensaje que debemos enseñar. Preparar el camino (Corazón) al Señor. Cuando Dios Padre vio que el camino estaba preparado envió a su hijo para empezar su Ministerio, y Juan le presento como “El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” Antes de presentar a Dios a alguna persona tenemos que preparar el camino de arrepentimiento para que Jesús encuentre ese camino que le lleve al corazón de esa persona.

Ese es el verdadero camino que la Biblia nos enseña para que más personas se acerquen a Dios de una forma correcta.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ÚLTIMA ENTRADA PUBLICADA

El Dios de las segundas oportunidades

Hoy en día, si cometes un error, estás perdido. Un tweet incorrecto puede significar que tengas un grave problema. Un comentario irreflexivo...