06 agosto 2021

Arrepentirse es necesario

“Dios (...) ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17.30). ¿Pero que es el arrepentimiento? En el Nuevo Testamento arrepentimiento, por lo general, es traducción de la palabra griega “metánoia” que significa “un cambio de mente respecto al pecado, a Dios y a uno mismo, cambio de propósito (2 Corintios 5.17), cambiar de manera de pensar, cambiar de actitud y no sólo penitencia. El arrepentimiento implica darnos cuenta de que nuestras acciones pasadas fueron pecaminosas (quebrantaban las leyes buenas y beneficiosas de Dios) y que necesitamos cambiar nuestra manera de vivir para siempre.

El arrepentimiento es un requisito tan esencial como la fe para que la persona llegue a convertirse en un verdadero cristiano. El arrepentimiento fue el primer mensaje en el ministerio de Juan el Bautista (Mateo 3.2); el primer mensaje en el ministerio del Señor Jesucristo (Mateo 4.17); el primer mensaje en la iglesia primitiva por medio de Pedro (Hechos 2.38) y también ocupó un lugar prominente en las enseñanzas de los apóstoles, y esto debe ser una enseñanza continua de cada cristiano.

 Amigo sabes que “Jesús te ama y quiere salvarte”, “Dios tiene un plan maravilloso para tu vida”, estas y otras muchas frases son las usadas hoy en día para evangelizar a muchas personas, pero sin hablarles del arrepentimiento, principio básico para un verdadero cambio. Cuando intentamos trasmitir el evangelio de esta manera tan superficial y no se muestras al hombre su pecado, no se trasmite correctamente. Aquellas personas que escuchan decir “Jesús te ama y quiere salvarte”, sin antes estar conscientes de su pecado y de la consecuencia de éste, pueden pensar de la siguiente manera: ¿Jesús quiere salvarme?… ¿De qué? ¡Si yo no he hecho nada!

 Para que una persona de el primer paso hacia Dios, tiene que ver el pecado como algo muy peligroso para su vida, y si no lo ve así va a ser muy difícil que se arrepienta, ¿Y cómo se puede ver el pecado como algo peligroso para nuestra vida?, utilizando la Ley de Dios. Si, los Diez Mandamientos, estos nos harán ver que un día violamos la ley de Dios y que tenemos motivos más que suficientes para arrepentirnos. Si no utilizamos la ley de Dios solo encontraremos justificaciones, (si, todo el mundo lo hace, yo no hago daño a nadie, después de todo no es tan malo),  y una cosa es segura cuando hay justificación hay pecado, porque si no hay pecado no hay necesidad de justificarnos.

¿Entonces Dios no perdona a todo el mundo?, no, rotundamente no, Dios perdona y ofrece su misericordia a las personas que se arrepienten y se apartan del pecado, necesitamos entender esta verdad para llevar a las personas de una forma genuina a los pies de Cristo.

Como Juan El Bautista nosotros preparamos el camino al Señor, ¿pero donde llegaba ese camino en el que Jesús iba a caminar? Iba al corazón del hombre, por eso Juan utilizaba la Ley de Dios para preparar ese camino decía: Arrepentíos,  dejar de robar, dejar de extorsionar, dejar de calumniar, no codiciéis lo que no es vuestro. Juan utilizaba la Ley para hacer ver que había algo en nuestra vida por lo cual nos teníamos de que arrepentir.

Cuando Dios Padre vio que el camino estaba preparado envió a su hijo Jesucristo para empezar su Ministerio, y Juan le presento como “El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”  

Antes de presentar a Dios a alguna persona tenemos que preparar el camino de arrepentimiento para que Jesús encuentre ese camino despejado de pecado y así el Señor pueda entrar en el corazón de esa persona.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ÚLTIMA ENTRADA PUBLICADA

El Dios de las segundas oportunidades

Hoy en día, si cometes un error, estás perdido. Un tweet incorrecto puede significar que tengas un grave problema. Un comentario irreflexivo...