Una de las cosas que más llamo la atención a mi familia es
que después de muchos años de llevar una vida desorganizada, dando tumbos de un
lado para otro sin sentido, destruyendo todo lo que se acercaba a mí, fue la transformación
que había habido en mi vida. ¿Y cómo pudo ocurrir esto? ¿A que fue debido este
cambio tan radical?
El cambio fue que recibí a Cristo como mi Señor y Salvador de mi vida. Mi existir estaba lleno de muchas cosas sucias que yo sabía eran desagradables para Dios. Mi problema era que yo no tenía el poder de cambiar, aun cuando yo quería cambiar. Yo traté de cambiar mi vida de muchas y diferentes maneras, pero nunca nada perduró. Yo seguía volviendo atrás, viviendo como siempre lo había hecho. Sin embargo, el día en que acepté a Cristo como mi único Señor y Salvador, el día en que fui salvo y Cristo se hizo real en mi vida, mi corazón cambió radicalmente, hasta el punto de que las cosas que solía odiar, ahora las amaba, y las cosas que solía amar, ahora las odiaba, y eso era una evidencia real en mi vida.
Quiero compartir una historia de la Biblia donde se resumen
el ministerio de Jesús. En el libro de Mateo 15 leemos esto: “Pasó Jesús de
allí y vino junto al mar de Galilea; y subiendo al monte, se sentó allí. Y se
le acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros
muchos enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó; de manera que
la multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados, a
los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel” (Mateo
15.29-31)
La multitud que acudió a Jesús tenía todo tipo de problemas
graves. Algunos no podían caminar, otros no podían ver ni hablar, otros como yo
estaban perdidos sin un rumbo fijo. Podía ser el servicio de urgencias de
cualquier hospital que te puedas imaginar. Pero la realidad es que “Él los curo”.
Jesús los sanó a todos. Ningún problema
fue demasiado difícil para Jesús.
Pensando en todo esto podemos estar convencidos de lo que la
multitud vio ese día. Vieron a personas ciegas ser guiadas a Jesús por amigos y
salir por ellas solas. Vieron llevar a personas lisiadas hacia Jesús y luego
salir sin ayuda. Esto fue tan real que los allí presentes los llevó a
glorificar al Dios de Israel. Esa palabra "glorificar" significa algo
así como "alabanza" o sea que alabaron a Dios.
Cuando alguien acepta a Jesús como Señor y Salvador de su
vida, el cambio en su caminar es notable. Personalmente he visto muchos cambios
sorprendentes en muchas personas. He visto a personas musulmanas dejar de usar velos
y burkas y asistir a iglesias y a leer la Biblia. He visto como bebedores
empedernidos se han vuelto sobrios. He visto como drogodependientes han pasado
de las drogas a predicar el evangelio. He visto como personas egoístas y
orgullosas se han convertido en las primeras personas en ayudar a los demás.
Los cambios que hace Cristo en la vida de las personas son increíbles.
Una vida que Jesús cambia
fundamentalmente es una evidencia para quienes nos rodean, de que Jesús es
real. De hecho, una vida cristiana consistente vivida entre los no cristianos
es probablemente la prueba más convincente que puede mostrar a las personas que
nuestra fe es real. Es probable que nuestros compañeros de trabajo, de
universidad y especialmente nuestras familias incrédulas nunca hayan ido a la
iglesia ni hayan leído la Biblia, por eso ellos para creer necesiten ver evidencia
de que hay algo en Jesús. Esa evidencia podríamos ser nosotros.
¿Yooo…? ¿Pero si yo solamente soy un cristiano normal? Sí, pero los cristianos como tú y como yo,
somos una poderosa evidencia del poder de Dios. Puede que pienses que tu vida
no es nada especial, pero hay muchos aspectos de una vida cristiana "normal"
que se destacan en nuestro mundo. Cuando alguien trata a todos por igual, eso
es inusual. Cuando alguien ayuda al prójimo sin tener ninguna recompensa por
hacerlo, eso es inusual. Cuando alguien tiene confianza en el futuro, incluso
en una pandemia, eso es inusual.
El ejemplo de los cristianos normales, sencillos puede hacer
que otros quieran profundizar más. Querer saber más
¿Quién sabe? Quizás incluso un día puedan glorificar al Dios
de Israel.
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