¡Nuestros pensamientos son el poder que cambia y moldea el
mundo que nos rodea!
¡Necesitamos rechazar y evitar a las personas que nos hacen
sentir emociones negativas o pensar cosas negativas!
¡La vida es demasiado corta para perder tu valioso tiempo
con las personas equivocadas! ¡Para alcanzar tu máximo potencial, tienes que rodearte de
águilas, de personas que te impulsan hacia adelante, que te hacen mejor, que te
ayudan a elevarte! ¡Si no tenemos éxito
o estamos en un espacio negativo, debemos evaluar a las personas que nos rodean
y desechar o evitar a cualquiera que nos esté reteniendo!
¿Te suenan estas emotivas frases? Son algunas de las
enseñanzas del llamado pensamiento positivo que dice más o menos que nuestros
pensamientos son el poder que puede cambia y moldea el mundo que nos rodea.
Otras de las barbaridades de estas falsas enseñanzas es que
una de las claves importantes para poder alcanzar todo nuestro potencial se
encuentra en nuestro entorno. No puedes rodearte de personas negativas y
esperar que tu vida sea positiva. Si todos tus amigos viven derrotados y
deprimidos y renunciaron a sus sueños, tendrán que hacer algunos cambios. Lo
más probable es que si sigues pasando demasiado tiempo con ellos, logren
voltearte y hundirte. Esta motivadora frase es del “famoso” predicador Joel
Osteen.
No sé si este señor lee la Biblia pero quisiera recordarle
que Jesucristo se rodeaba de lo vil y menospreciado del mundo. Jesús se rodeó
deliberadamente de personas inferiores a él, más negativas que él. ¿Por qué?
¡Porque las amaba! ¡Por qué sabía que tenía algo para darles! Porque estaba
viviendo su vida para el bien de ellos, no el suyo. Jesús vino a habitar entre
personas desesperanzadas, destrozadas, enfermas, furiosas y negativas, dejó la
perfección del cielo para salvar lo que se había perdido.
Y es que todos estos pensamientos raros nos aconsejan
alejarnos de aquellas personas que son nocivas para nuestro desarrollo y
crecimiento personal. Ese tipo de pensamientos se filtran en la iglesia y nos
hacen ignorar el llamado del Señor a que seamos verdaderamente complemento los
unos de los otros.
Todos podemos recordar a la mujer enferma que tras doce años
de sufrimiento con el flujo de sangre, cuando tocó a Jesús en lugar de hacerle
inmundo ella misma fue limpia. O te recuerdo los leprosos que recibieron la
sanidad del Señor por su gracia y su misericordia… o tal vez sea bueno recordar
mi propia vida, que estaba muerto en mis pecados y transgresiones y que, siendo
enemigo de Dios, el Señor envió a alguien a que se me acercara y, a pesar de mis
rechazos iniciales, pude recibir el precioso mensaje del Evangelio.
Qué clase de cristianismo estamos enseñando que dice que en
lugar de edificar a los más necesitados y enseñarles el amor y la libertad que
tenemos en Cristo simplemente nos tenemos que alejar de ellos. Qué falta de misericordia
y amor. ¿Te imaginas a Cristo diciendo: “A estos no me acerco porque no me
aportan nada, me frenan para alcanzar mis sueños”?
No permitamos que estas falsas enseñanzas hagan mella en nuestras vidas, el reino de los cielos está lleno de lo necio, lo débil, lo vil, lo
menospreciado del mundo para avergonzar a los sabios, a los fuertes, para que
nadie se jacte en la presencia de Dios y todos sepamos que dependemos
totalmente de aquel que lo llena todo y que se humilló a si mismo hasta la
muerte, por todos nosotros. (Filipenses 2.5-11).
Excelente,dios le siga bendiciendo.
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