“Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a
perder las viñas; porque nuestras viñas están en cierne.” (Cantares 2.15).
Somos muy dados a categorizar los pecados, pensamos que un asesino, un violador o un ladrón
cometen grandes pecados, y por otro lado creemos que una mentira, el rencor, la
envidia o codicia por ejemplo, no son pecados. Y es que nos preocupamos de
evitar esos “grandes” pecados para estar bien con Dios y en especial con
nuestra conciencia, pero olvidamos los “pecaditos” que constantemente
practicamos, sin tener el mínimo dolor de haberlos cometido, y sin reconocer lo
que nos puede suponer.
Reconocemos que el adulterio la fornicación el robo, son
pecados graves, pero nos olvidamos que él no perdonar, o hablar mal del hermano
también lo es. Para Dios no hay pecado grande o pequeño, en su lenguaje pecado
es pecado, independientemente de la forma de cómo nosotros lo veamos.
En esta historia vemos como Dios destruyo Sodoma y Gomorra,
(Génesis 19.24-25), dice la Biblia que Dios hizo llover azufre y fuego desde
los cielos; y destruyó las ciudades, y
toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto
de la tierra.
¿Tan graves y gordos fueron los pecados de Sodoma para que
el Señor tomara tan drástica medida? La pregunta
es: "¿Cuál fue el pecado de Sodoma y Gomorra?", Algunos dicen que era
la homosexualidad, pero, no es bíblico decir que la homosexualidad fue la única
razón por la cual Dios destruyó Sodoma, hay un
texto Bíblico que nos informa de los pecados de Sodoma.
Ezequiel 16.49.- He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu
hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y
sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso. Ezequiel recordó a Judá, que a Sodoma la destruyeron por su
soberbia, ociosidad, glotonería y por olvidar al necesitado que estaba a su
alcance.
Como vemos aparentemente no eran “grandes pecados” pero al
fin y al cabo pecado que destruyeron toda una ciudad.
Muchas veces comunidades cristianas, iglesias, grandes obras
de Dios, y como no, hombres y mujeres nos cuidamos de no cometer de los
llamados grandes pecados, pero nos olvidamos de que cuando nos sentimos
orgullosos de tener abundancia de alimentos y de gozar de comodidad, y no ayudamos
al pobre y al necesitado, son pecados que pueden destruir nuestra vida
espiritual. Quizás estos pecados no sean tan estremecedores como los otros,
pero también Dios los prohíbe
La única forma de detectar y atrapar a esas zorras es
teniendo la suficiente humildad para reconocer los “pequeños” pecados que a
veces estamos cometiendo y tratar de no cometerlos, claro que todo esto con la
ayuda de Dios, quien siempre está dispuesto a ayudarnos, a fortalecernos y a
darnos la capacidad para mejorar muchos aspectos de nuestra vida para que cada
día podamos tratar de ser más agradables a Él.
Pienso que hoy es un buen día para analizar, pero sobre todo
reflexionar sobre: ¿Cuáles son aquellas zorras pequeñas que están arruinando
nuestros viñedos? Y tomar medidas al respecto, dice la Palabra de Dios que no pequemos; pero que si alguno hubiere
pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. (1Juan 2.1)
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