“Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy
nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo” (Lucas 2.10)
En estos días cerca de la Navidad muchos de nosotros
experimentamos el gozo, la paz, y la alegría propios de una época festiva.
Pero, sin embargo, hay muchas personas que en estos días sufren de problemas
propios de estas fiestas.
Las estadísticas de muchos países indican que estos
días de navidad y fin de año son cuando más ingresos hay en los hospitales
siquiátricos.
¿Pero por qué ocurre esto en Navidad? Hay varios factores:
Algunos sufren de depresión en navidad y año nuevo porque
esperan mucho de estas fiestas. Esperan que esta época del año les traiga la
solución de sus problemas, pagas extras, buenos negocios, la lotería. Y cuando
esto no ocurre, se hunden en la depresión.
Otro de los motivos es que en estas fechas revelan nuestra
dependencia de los demás, (amigos, familiares), y si ellos nos fallan nos
sentimos deprimidos.
Algo que también es muy frecuente y que causa muchas
tristeza y depresión es la falta de nuestros seres queridos que partieron.
La época de Navidad y fin de año es también el tiempo en que
se consume más alcohol y drogas en todo el año. Muchos recurren a estos
productos para combatir su soledad, sus tensiones y escapar de la depresión. En
este sentido el alcohol y drogas pueden que sean eficaz momentáneamente, pero
luego sobreviene una depresión aun peor.
El mensaje de Navidad, que los ángeles presentaban a los
pastores es un mensaje de gran gozo, son las promesas de que había nacido un
Salvador que es Cristo y que tiene algo que comunicar a los deprimidos, a los
cansados, a los cargados por el trajín de la vida.
El evangelio no es buenos consejos sino buenas noticias, y
puede damos grande gozo en el diario vivir.
Pero cuáles son esas buenas noticias que llenaron de gozo a
los pastores y que nos pueden a nosotros traer una navidad diferente:
Acepta a Jesucristo, como Señor y Salvador de tu vida, que
vino para satisfacer las necesidades más profundas de tu vida. Confía en los
méritos de su muerte para darte el perdón de tus pecados. Confía en su
presencia resucitada y viviente, para que te dé la vida que es eterna.
Enfréntate luego a la vida con todos los recursos que él te promete. Y de veras
tendrás el gozo de la Navidad en tu corazón.
Si ya has experimentado la presencia de Dios en tu vida, celebra
con alegría y gozo esta Navidad, que no es otra cosa que el nacimiento de Jesús.
Y si todavía no has experimentado el gozo de la presencia de Dios en tu vida,
hoy es el día para que puedas recibir a Jesús en tu corazón.
Feliz Navidad.
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