Es muy normal que cuando alguien esté pasando por
circunstancias adversas, problemas, y con el fin de animarle le compartimos
algún versículo de la Biblia, pero existe un problema que pocas o ninguna vez
tenemos en cuenta, y es que mediante la adopción del versículo compartido fuera de
contexto, muchas personas se han sentido “defraudadas” con Dios porque han dado
un significado contrario de lo que realmente significa.
Casi siempre convertimos
el versículo en una consigna de adueñamiento, una declaración personal de
auto-logro o ambición. Para muchos, los versículos son una especie de lema
para motivar a la prosperidad material, la promoción profesional, o el éxito
deportivo. Pero en realidad no se trata
de nada de eso.
Uno de los versículos que más se comparten en muchas circunstancias
adversas, es cuando el apóstol escribe a los Filipenses y les dice: "Todo
lo puedo en Cristo que me fortalece. [1]
Si leemos este versículo aisladamente, al margen de su
contexto, es posible ver por qué muchos lo toman como una declaración de apropiamiento
personal.
He leído algunos artículos referidos a este versículo y me
da la sensación que cuando se refieren a "todas las cosas" parece como que cualquier
cosa que queramos lo podríamos lograr, como ganar un partido de fútbol, perder peso, conseguir
un nuevo trabajo, obtener riqueza material. Fuera de contexto, a menudo se
trata como un impulso espiritual de confianza en sí mismo que puede ser
aplicado a cualquier ambición o aspiración en la vida.
Muchas veces utilizamos
este versículo como una un cheque en blanco para conseguir todo lo que se
desea. Pero la realidad es un texto sobre el contentamiento. No
se trata de que nuestros sueños se hagan realidad o nuestras metas se
cumplan. Más bien se trata de ser alegre, estar satisfechos, y firmes,
incluso cuando la vida es dura y sus circunstancias parece imposible.
Cuando decimos “todo lo puedo en Cristo” no se trata de ganar el partido de fútbol, se
trata de la forma de responder cuando se pierde el partido de fútbol, no
se trata de conseguir un nuevo puesto de
trabajo, una casa nueva, o un nuevo auto, se trata de encontrar nuestra
satisfacción en el trabajo que hemos hecho, en la casa que ya poseemos, y en el
coche que tenemos aunque sea muy viejo.
No es un versículo que nos de facultades para cambiar nuestras
circunstancias, más bien, es un versículo acerca de confiar en el poder de Dios para
estar contento en medio de circunstancias que no podemos cambiar.
Fijémonos, en los
versículos anteriores, (contexto) Pablo escribe a los creyentes de Filipos, y
les dice:
Estoy muy contento al
ver que de nuevo ustedes se preocupan por mi bienestar. Sé que siempre se han
preocupado por mí, pero no habían tenido oportunidad de demostrármelo. [2]
No digo esto porque necesite ayuda, pues he aprendido a
adaptarme a cualquier situación. [3]
Yo sé cómo vivir en
pobreza o en abundancia. Conozco el secreto de estar feliz en todos los
momentos y circunstancias: pasando hambre o estando satisfecho; teniendo mucho
o teniendo poco. [4]
Puedo enfrentar cualquier situación porque Cristo me da el
poder para hacerlo. [5]
Como se puede ver cuando el apóstol dice, “yo puedo
hacer todas las cosas a través de Cristo que me fortalece”, Pablo
está hablando de alegría, está diciendo que en cualquier circunstancia, había aprendido a estar alegre, a depender de
Cristo, que le dio la fuerza para perseverar en cualquier situación.
No se trata de nuestra autosuficiencia, sino de la
suficiencia de Cristo. El punto es que Pablo con mayor frecuencia se encontró
en medio de situaciones adversas, complicadas, difíciles, y aún así aprendió a no resaltar "Todo LO
PUEDO", sino "Todo lo puedo EN CRISTO que me fortalece".
¡Lo mejor es que aunque nos falte todo, Cristo lo sea
todo para nosotro[1].- Filipenses 4.13
[2].- Filipenses 4.10
[3].- Filipenses 4.11
[4].- Filipenses 4.12
[5].- Filipenses 4.13
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