30 marzo 2012

Cosas para Dios


Muchas veces pensamos que quedarse callado o no hacer nada es mejor que decir o hacer cualquier barbaridad que pueda resultar alarmante para las personas. Ser cautos está bien es más Dios nos invita a serlo. ¿Pero que hay, si de hablar o hacer cosas para  Dios se trata? ¿Acaso no hablarías de  Dios en tu círculo de amigos? ¿No predicarías el mensaje de salvación en tu trabajo? ¿No te pondrías a predicar en la calle porque te podrían ver tus amistades?  Dios no está llamando a hacer cosas difíciles o complicadas, cosas difíciles de creer.


Un ejemplo muy claro de todo esto es la mujer que ungió los pies de Jesús, (Juan 12.3), aparentemente esta historia no tendría mucha transcendencia, salvo que lo que esta mujer estaba haciendo era muy difícil de creer y de entender, por tres motivos:

1.- Esta mujer  a ser judía siempre debían mantener la cabeza cubierta con el manto, y la Biblia nos dice que “enjugo con sus cabellos” o sea que se tuvo que descubrir la cabeza.
2.- A esta mujer se le tenía prohibido estar donde estuvieran los hombres.
3.-Las mujeres no podían tomar ninguna decisión ni tenían casi nada que decir al respecto, Y ella tomo la decisión de ungir el cuerpo de Cristo.

O sea que no la importo nada de las normas y reglas y lo que izo lo izo pada Dios, y si no estuviera recogido en la Biblia sería muy difícil de creer.

Os podéis imaginaros al Rey Juan Carlos bailando delante de una congregación cantando y alabando a Dios. Pues hubo un rey, David que ni corto ni perezoso se puso a danzar delante del Arca de Jehová  con júbilo y sonido de trompeta. Mical esposa de David vio a David danzando y saltando delante de Jehová y le menosprecio en su corazón.

La repuesta del rey David no se izo esperar, Volvería a danzar y a bailar, delante de Jehová porque no lo hacía para que le vieran su pueblo lo hacía para agradar a Dios.
Y nosotros estamos dispuestos a hacer cosas como estas o parecidas, para la gloria y honra de Dios. El nos está llamando a hacer cosas inverosímiles para El.

Me gustaría compartirles algunas de las “cosas inverosímiles” que he realizado para Dios.
He “liberado” cartas de evangelismo en el metro, bus, hospitales, etc
He colocado pegatinas con Vs. Bíblicos en lugares donde la publicidad es grotesca y de mal gusto.
Instalamos una mesa en la vía pública, donde regalábamos Biblias y material Bíblico gratuito, y donde compartíamos el mensaje de salvación.
En cierta ocasión y por las fiestas de navidad, y antes de cenar salimos por las calles a “invitar” a cenar a mendigos, toxicómanos  y resto de personas que nos encontrábamos en las calles.

Quizás no tienen mucho que ver con las historias de la mujer  judía y David, pero también son cosas inverosímiles, por lo poco corriente que son.
Os invito a compartir vuestras experiencias en este sentido,  sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano, así que no te detengas y como dicen por  aquí “manos a la obra”

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