Muchas veces
pensamos que quedarse callado o no hacer nada es mejor que decir o hacer cualquier
barbaridad que pueda resultar alarmante para las personas. Ser cautos está bien
es más Dios nos invita a serlo. ¿Pero que hay, si de hablar o hacer cosas para Dios se trata? ¿Acaso no hablarías de Dios en tu círculo de amigos? ¿No predicarías
el mensaje de salvación en tu trabajo? ¿No te pondrías a predicar en la calle
porque te podrían ver tus amistades?
Dios no está llamando a hacer cosas difíciles o complicadas, cosas
difíciles de creer.
Un ejemplo
muy claro de todo esto es la mujer que ungió los pies de Jesús, (Juan 12.3),
aparentemente esta historia no tendría mucha transcendencia, salvo que lo que
esta mujer estaba haciendo era muy difícil de creer y de entender, por tres
motivos:
1.- Esta
mujer a ser judía siempre debían
mantener la cabeza cubierta con el manto, y la Biblia nos dice que “enjugo con
sus cabellos” o sea que se tuvo que descubrir la cabeza.
2.- A esta
mujer se le tenía prohibido estar donde estuvieran los hombres.
3.-Las
mujeres no podían tomar ninguna decisión ni tenían casi nada que decir al
respecto, Y ella tomo la decisión de ungir el cuerpo de Cristo.
O sea que no
la importo nada de las normas y reglas y lo que izo lo izo pada Dios, y si no
estuviera recogido en la Biblia sería muy difícil de creer.
Os podéis
imaginaros al Rey Juan Carlos bailando delante de una congregación cantando y
alabando a Dios. Pues hubo un rey, David que ni corto ni perezoso se puso a
danzar delante del Arca de Jehová con
júbilo y sonido de trompeta. Mical esposa de David vio a David danzando y
saltando delante de Jehová y le menosprecio en su corazón.
La repuesta
del rey David no se izo esperar, Volvería a danzar y a bailar, delante de
Jehová porque no lo hacía para que le vieran su pueblo lo hacía para agradar a
Dios.
Y nosotros
estamos dispuestos a hacer cosas como estas o parecidas, para la gloria y honra
de Dios. El nos está llamando a hacer cosas inverosímiles para El.
Me gustaría
compartirles algunas de las “cosas inverosímiles” que he realizado para Dios.
He “liberado”
cartas de evangelismo en el metro, bus, hospitales, etc
He colocado
pegatinas con Vs. Bíblicos en lugares donde la publicidad es grotesca y de mal
gusto.
Instalamos
una mesa en la vía pública, donde regalábamos Biblias y material Bíblico
gratuito, y donde compartíamos el mensaje de salvación.
En cierta
ocasión y por las fiestas de navidad, y antes de cenar salimos por las calles a
“invitar” a cenar a mendigos, toxicómanos
y resto de personas que nos encontrábamos en las calles.
Quizás no
tienen mucho que ver con las historias de la mujer judía y David, pero también son cosas inverosímiles,
por lo poco corriente que son.
Os invito a
compartir vuestras experiencias en este sentido, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no
es en vano, así que no te detengas y como dicen por aquí “manos a la obra”
No hay comentarios:
Publicar un comentario