06 enero 2023

De madrugada te buscare

Hay dos cosas importantísimas en mi vida que hago cada día, son leer la Biblia y orar. Para asegurarme de hacer esto todos los días, me levanto muy temprano y hago lo que llamo mi devocional: Presento el día al Señor, confieso cualquier mal que haya hecho, agradezco a Dios por las cosas buenas en mi vida, oro por mi familia y seres queridos. Estudio las Sagradas Escrituras, memorizo versículos, pasajes y anoto cualquier pensamientos. Esta práctica me es necesaria no solo para refrescar mi alma, sino que al mismo tiempo me afina para vivir fielmente en este mundo aprovechando los medios de gracia que Dios me ha dado.

Muchos hermanos de la iglesia y familiares me dicen que porque madrugo tanto que lo mismo lo podría hacer más tarde, y si es verdad, pero lo hago porque me gusta hacerlo en silencio y en soledad.

El tipo de silencio y soledad que defiendo es intencionado, porque el fin que busco es centrarme ininterrumpidamente en Dios. No es que me moleste mi familia, pero el silencio y la soledad de la madrugada me son de gran ayuda para mantener mi mente puesta en la busca del Señor de Señores. Es un tiempo que dedico por completo solo y concentrándome exclusivamente en el Señor.

Las preocupaciones y distracciones cotidianas de este mundo apartan fácilmente nuestras mentes y corazones de la presencia que Dios merece. Personalmente Aunque la Biblia no ordena a los cristianos practicar el silencio y la soledad, pero si bien es cierto que la Biblia contiene numerosos ejemplos del pueblo de Dios dedicado a estos menesteres por tanto, al hacer esto, lo hago con la perspectiva de que el silencio y la soledad son sabios para mi vida cristiana.

No hay reglas ni hay nada escrito para estar en silencio y a solas. Supongo que esta disciplina será diferente en la vida de cada persona, dadas sus circunstancias. Una ama de casa con niños pequeños tendrá muchos más problemas para programar tiempo para el silencio y la soledad que una perdona jubilado, (como es mi caso) pero hay libertad para buscar la mejor manera de incorporar esta práctica de forma rutinaria en tu propia vida. La clave es que, cuando te dediques al silencio y a la soledad, veras que esta práctica refrescará tu alma, agudizara tu mente y encenderá tu afecto por Dios.

Personalmente este tiempo es de gran bendición para mi vida espiritual, así que, os recomiendo a que puedas compromete con esta rutina del silencio y la soledad y experimentes los beneficios de esta práctica.  

 

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