13 mayo 2011

Comida basura

Hace unos días se ha publicado una noticia que llama mucho la atención.

El crecimiento de la obesidad infantil en España es espectacular y preocupante: si hace 15 años, el 5% de los niños españoles eran obesos, esta proporción es ahora del 16%. En la Unión Europea, sólo Gran Bretaña nos supera.

La obesidad infantil se ha incrementado más que nunca. Un culpable fundamental del aumento perjudicial de peso son los malos hábitos alimentarios y la comida de mercado masivo de rápida preparación, (traducción: comida basura).

La comida basura son productos que saben muy bien, pero que carecen de valor nutritivo y que, en general, tienen un alto contenido calórico y de grasas. Los restaurantes de comida rápida, patatas fritas, dulces y chuches son algunos productos que tienen estas características.

Para tener una vida espiritual saludable, también tenemos que evitar la «comida basura espiritual». Pablo en la carta a los Gálatas se lanza directamente a censurarlos por haberse alejado de Dios para aceptar otro evangelio, (Gálatas 1.6), Algunos “cristianos” proclaman «un evangelio diferente», desde tener salud y riqueza hasta experimentar una falsa espiritualidad. También venden canciones y libros cristianos que contienen doctrinas engañosas. Ingerir esta clase de «comida» quizá pueda satisfacer tu hambre interior, pero seguro que no te producirá una buena salud espiritual.

Hebreos nos advierte: «No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia» (13.9). Las falsas doctrinas perjudican nuestra salud porque no nos puede limpiar del pecado ni podemos crecer espiritualmente. Sin embargo, la enseñanza bíblica basada en la gracia y en la verdad hace ambas cosas.

Evita la «comida basura espiritual» y, en su lugar, darte un festín con la Palabra de Dios, mejorara tu salud espiritual.

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