17 febrero 2023

“Volviendo a los rudimentos”

Conozco a algunas personas que se han quedado estancadas en la enseñanza de la Palabra de Dios. Al principio de la vida cristiana todo es fácil desde el punto de vista que todo es nuevo y queremos aprender más y más. Pero hay personas que llegan a un momento en donde por alguna razón se les ve que ya no avanzan, que se quedan estancadas. Habéis visto alguna vez  esas aguas que están en los estanques, que permanecen estables en un mismo lugar. Así están muchos, se han estancados en una misma enseñanza y no hay forma de que progresen. No corren como esas aguas cristalinas de los ríos que se están moviendo constantemente.

¿Te has sentido estancado en tu vida espiritual alguna vez?, ¿Has dejado de sentirle gusto a lo que antes era tu pasión?, ¿Por alguna razón ya no sientes lo mismo que al inicio sentías sobre los caminos del Señor?, ¿Sientes que quieres avanzar pero no puedes? Hay ciertos factores que describen un estancamiento, y estos son: Falta de oración, resistirnos al cambio, el conformismo, el orgullo, el chisme o la monotonía.

El autor de Hebreos no da seis doctrinas que constituyen los principios fundamentales de la vida espiritual. Los fundamentos no son para ser colocados de nuevo sino para construir sobre ellos. Hay ciertos principios fundamentales que todos los creyentes deben entender. Esos principios incluyen la importancia de la fe, la insensatez de tratar de salvarnos por las buenas obras, el significado del bautismo y los dones espirituales y el hecho de la resurrección y vida eterna. (Hebreos 6.1-2)

El autor de Hebreos está seguro de que el progreso es necesario en la vida cristiana. Ningún maestro llegaría a nada si no hiciera más que empezar por el principio una y otra vez cuando se pusiera a enseñar, por eso nos dice que dejemos los rudimentos de la doctrina fundamental y vayamos adelante a la perfección.

Hay que tener mucho cuidado con los rudimentos, porque si uno se queda en la etapa primaria del desarrollo Espiritual, se queda estancado en una estructura religiosa. La religión puede verse indirectamente como una consecuencia de haber quedado detenido en los rudimentos.

Un ejemplo de estancamiento rudimentario es el hecho mismo de asistir a una congregación y no tener actividad en ella, sino que usa la congregación como un medio religioso para mantener un cierto orden en su vida, orar, cantar, ayudar… en fin, considera que de esa manera está aportando y espera que esa conducta agrade a Dios y que a su vez justifique su hecho de haber creído. Una parte de esta conducta impropia es inducida por los mimos pastores que en cierta manera desean mantener el control y ellos mismos estancan a las personas en esos rudimentos para que puedan ser manipulados

Como Iglesia, debemos crecer, para que prontamente seamos parte de las actividades Espirituales de edificación; Cada creyente entra como material nuevo pero se debe transformar en un elemento de edificación, no hay excepciones, todos, absolutamente todos deben servir. Es obvio que no todos hacen las mismas tareas, porque hay diversidad de tareas al igual que hay diversidad de dones, y diversidad de trabajos y operaciones y cada miembro debe ejercitarse para encontrar su “habilidad Espiritual” y así aplicarlo y ser de provecho, porque en definitiva nuestra vida Espiritual debe crecer cada día y no quedarse estancado en los rudimento de la doctrina de Cristo, sino vayamos adelante buscando el crecimiento. 

 

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