¿Qué crees que significa animar a alguien? Mi pensamiento
inmediato fue; decirle algo amable, estar a su lado, trasmitir tranquilidad, comprensión
y empatía, ofrecerle ayuda. O tal vez animar a un niño en un partido deportivo.
Si bien esas son cosas buenas y que debemos hacer. Pero el estímulo cristiano
es diferente y más profundo que esto. Si conocemos a Jesús y lo que Él ha hecho
por nosotros, tenemos mucho más contenido con el cual animar a otros. En el
libro de 1 Tesalonicenses 5.11, Pablo escribe esto: Por lo cual, animaos unos a
otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.
Cuando intentamos animar a alguien nuestra reacción
inmediata es pensar ser amable con nuestro prójimo, pero Pablo está diciendo
mucho más que eso. En el VS-11 comienza con la palabra "por lo cual", lo
que significa que continúa con lo que estaba escribiendo antes, y Pablo acababa
de escribir sobre la cierta esperanza de futuro que tienen los cristianos
gracias a la obra de Jesús. Esto significa que les está diciendo a los
cristianos de Tesalónica que su futuro seguro es una fuente de aliento; cuando
las cosas son difíciles, pueden animarse unos a otros recordándose la verdad
del evangelio.
Debemos de aprender de esto y cuando intentemos animar a
alguien en lugar de simples perogrulladas agradables, le estimulemos con un
contenido cristiano. Por ejemplo, si alguien está de duelo por una pérdida, algunas
personas bien intencionadas dicen cosas como "que lo vamos a hacer, a
todos nos llega la hora” o algo así. Sin embargo, si somos cristianos debemos
tratar de consolar y animar a un hermano o hermana en duelo, con mucho más que
simples frases aprendidas. Podemos hablar del consuelo que tenemos en Jesús.
Podemos hablar de nuestra esperanza futura sin más llanto, luto o dolor. En
otras palabras, podemos señalar a las personas a Jesús, no solo expresarles
empatía.
1 Tesalonicenses 5.12 en adelante continúa dando otros
ejemplos de cómo podría ser el estímulo. Podría significar mostrar respeto por
los líderes de la iglesia, hablarles activamente sobre cómo su trabajo está
edificando a las personas en lugar de las quejas que escuchan con frecuencia.
Podría significar esforzarse por tener paciencia y paz en la iglesia en lugar
de apresurarse a chismear y criticar. Podría significar alentar a los ociosos
al servicio, recordándoles quiénes son gracias a Jesús.
Entonces preguntémonos ¿A quién podemos animar esta semana?
Podría ser un simple mensaje de texto para alguien que está enfermo,
recordándole que Dios lo ama. Puede ser una llamada telefónica a alguien que lo
está pasando mal por la falta de trabajo, recordándole que nosotros estamos ahí
para tenderle una mano.
Las posibilidades son infinitas. No dejemos de pasar la oportunidad, Pablo dirigiéndose a los corintios les decía: Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. [2 Corintios 1.3-4]
Dios no nos consuela para que vivamos una vida cómoda, sino
para que seamos un consuelo para otros.
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