Llegan las navidades, los híper se llenan de turrones y
dulces de navidad, y como no, de la famosa lotería de navidad. Esta mañana la
cajera del híper al cual acudo casi diariamente, y por cierto una persona con
grandes inquietudes sobre el verdadero Dios, me ofreció lotería para el sorteo
de navidad, la dije que no, que hace muchos años no juego a ningún juego de
azar. Su respuesta fue “¿no quieres hacerte millonario?”. O es que la Biblia
dice ¿Qué no puedes jugar a los juegos de azar? Mi respuesta fue “no” a ambas
preguntas. A la primera no me importaría ser millonario pero no por esa manera
sencillamente porque no juego. Y la segunda la Biblia no condena
específicamente el juego de azar o las apuestas o la lotería. Sin embargo, la
Biblia nos advierte que nos alejemos del amor al dinero [1] La Escritura
también nos anima a mantenernos alejados de intentar "enriquecernos
rápido" [2] sencillamente porque los juegos de azar están enfocado en la
codicia, e indudablemente tienta a la gente con la promesa de riquezas rápidas
y fáciles.