25 marzo 2022

Haz algo radical: llega temprano a la iglesia

El mundo podría dividirse en dos grandes grupos: el de las personas que llegan a la hora y el de las personas que siempre llegan tarde. Llegar a las citas y al trabajo a la hora es lo ideal y lo correcto, al menos en la cultura occidental, donde la impuntualidad no goza de muy buena popularidad. No está bien vista, se percibe como una falta de respeto y de consideración hacia las otras personas que sí llegan a la hora. Pero quien más y quien menos han llegado algunos minutos tarde en más de una ocasión. Nadie es perfecto. Y si esto sucede de manera puntual, no ocurre nada.

No hay mejor ejemplo que el tú vives directamente, por eso te comparto del servicio religioso del que formo parte. Empieza a las 11:00 horas los domingos. Sin embargo, la mayoría de los domingos, menos del 50 % de las personas que finalmente estarán presentes están allí a las 11:00 horas. A veces, el hermano que presenta el culto se pone de pie para comenzar la parte formal del servicio y se siente algo desanimado al ver muchas sillas vacías. La mayoría de los hermanos va llegando una vez que ha empezado el servicio.

No creo que nuestra iglesia sea única en esto, hablando con hermanos de otras congregaciones me comentan que es algo muy en común llegar tarde a los servicios que las iglesias programan. Todos cuando llegamos tarde tenemos todo tipo de razones, la mayoría de nosotros llegaremos tarde debido al tráfico, al aparcamiento del coche, o a un visitante inesperado en algún momento. Sin embargo, llegar tarde a los servicios es un patrón en el que caen muchos asistentes regulares a la iglesia. Después de todo, si te pierdes una oración y una canción, ¿Qué importa? Siempre que esté allí para el sermón, eso es lo principal, ¿no?

Pienso que una de las cosas por las que no nos esforzamos por llegar temprano a la iglesia es porque vamos en el “modo consumidor” es decir pensamos en el servicio de adoración del domingo como algo de lo que nos beneficiamos. Queremos venir y cantar canciones que nos gustan, escuchar un sermón que apreciamos y hablar con personas que conocemos. ¡Y doy gracias a Dios para que esto suceda muchas veces! Sin embargo, la instrucción de Jesús: “Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20.28) debe llevarnos más allá de esto. Venir a la reunión de la iglesia nos brinda muchas oportunidades para servir a los demás.

Si llegamos temprano nuestra actitud cambiará. No te estresarás, puedes venir relajado y listo para servir. ¿Quizás puedas ayudar con la preparación del servicio? puedas participar en la oración que se hace antes del culto. ¿Quizás una persona mayor apreciaría una taza de café y un poco de oración? ¿Quizás sea necesario colocar las sillas? O simplemente dar la bienvenida a los hermanos que llegan. Todas estas son oportunidades que se pierden tan fácilmente por no llegar temprano a la iglesia.

Llegar temprano a la iglesia la próxima vez te ayudará a ser útil en la obra de Dios, oportunidad que se puede perder si llegas tarde, o dicho de otra manera cambia tu corazón del “modo consumidor”' a estar listo para servir.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ÚLTIMA ENTRADA PUBLICADA

El Dios de las segundas oportunidades

Hoy en día, si cometes un error, estás perdido. Un tweet incorrecto puede significar que tengas un grave problema. Un comentario irreflexivo...