Esta semana aparecía en todos los medios digitales la
noticia de la muerte de René Robert, un fotógrafo francés que murió congelado
en una calle de París tras pasar nueve horas tirado en el suelo sin poder
moverse. Robert permaneció tirado en el suelo en una
calle transitada de París, ante la indiferencia de los transeúntes, que quizá
lo tomaron por una persona sin hogar. Fue una vagabunda, Fabienne, que vive cerca del lugar de
los hechos, quien detectó al hombre, de 84 años, y avisó a los servicios de
emergencia. Era demasiado tarde. Para ella, nada sorprendente: "Hasta te
pueden atacar, sacar a rastras, no hay nadie moviéndose. Nadie está ayudando a
nadie", reconoce Fabienne.