En estos últimos días salto la noticia en varios medios de comunicación que una iglesia evangélica de Torrejón de Ardoz en Madrid se había detectado un segundo brote del covid-19. Si es verdad que los brotes están creciendo; el virus se ha vuelto a infiltrar y nuevos casos han surgido. Como no ha sido la primera vez, todo suena muy alarmante, pero ¿decir que las iglesias son una fuente importante de infecciones? No es muy correcto. Por supuesto, que las iglesias deben seguir siendo cautelosas, especialmente cuando las infecciones aumentan en ciertas partes del país.
También es muy cierto que muchas iglesias y ministerios han creado y seguido directrices estrictas relacionadas con el uso de mascarillas, el distanciamiento social y otras prácticas. Sin embargo estos medios de comunicación se centran principalmente en esta iglesia que han permanecido en estado de alerta ante el aumento de las infecciones.
Tenemos que ser muy cautelosos en estos temas del Covid-19, más cuando hay declaraciones como la del pastor MacArthur que dijo que Grace Community, (La iglesia que pastorea), que permanecería abierta a pesar de la orden, argumentando que el gobierno del estado no tenía "ningún derecho a interferir en asuntos eclesiásticos de una manera que socava o ignora la autoridad dada por Dios de los pastores y ancianos.
Está demostrado que algunos medios de comunicación están observando con lupa a las iglesias y están ansiosos por informar sobre sus fracasos, no importa cuán insignificantes sean las estadísticas en cuanto a infectados. Si es verdad que las iglesias pueden representar un escenario ideal para la transmisión, porque tienen mucha gente en un espacio cerrado. Pero los cristianos lo sabemos, por lo que las iglesias han tomado precauciones, y se continua aplicándolas y aprendiendo de otras congregaciones que han compartido sus experiencias con los brotes.
Pienso en mi humilde opinión que todas las iglesias deben seguir siendo cautelosas, especialmente cuando las infecciones aumentan en ciertas partes del país, pero también pienso que declaraciones como la del pastor MacArthur no ayudan a tener una buena prensa. Muchos cristianos se basan en su desobediencia en que hay que obedecer a Dios ante que a los hombres, (Hechos 5.27-29), pero siempre y cuando la ley natural no contradiga la ley de Dios estamos obligados a obedecer la ley natural. Tal pronto como la ley de los hombres contraiga el mandamiento de Dios, entonces debemos obedecer la ley de Dios.
El Estado tiene autoridad sobre la Iglesia y la Familia en asuntos competentes a la ley natural, pero no en aquellos relacionados con la ley de Cristo. Es decir, el Estado puede cerrar una Iglesia donde el pastor sea un violador, o un estafador, o donde ponga en peligro la vida de los feligreses, porque estos asuntos corresponden a la ley natural. Pero el estado nunca podrá tener autoridad sobre la iglesia en asuntos doctrinales, o aplicar sanciones de disciplina eclesiástica porque están en la ley de Cristo. En el caso de que haya peligro inminente de muerte, el Estado tiene la labor de la preservación de la vida. Y este es el punto de fondo y central de toda la discusión: ¿Es, estar contagiado de Covid-19 un peligro inminente de muerte? A este punto se reduce toda la discusión. MacArthur no cree que el Covid-19 es un peligro de muerte, y esta es la gran equivocación, (a mi modo de ver) de todos esos pastores que se empeñan en abrir los locales en pleno rebrotes.
Hay muchas iglesias, más de lo que creen ciertos medios de difusión que han cerrado sus locales por un tiempo; que han cambiado a los servicios en línea; que han creado y aplicado directrices de salud y seguridad; que han abierto con precaución; reduciendo la capacidad de asientos; modificando elementos de sus servicios; incluso de adherirse a directrices que son más estrictas para las iglesias que para otros sectores o industrias, pero claro eso ciertos medios de comunicación no lo quieren ver. No solamente en España, sino en muchas partes del mundo, los cristianos hacen todo lo posible por expresar su amor a Dios adorándolo y también por expresar su amor al prójimo tomando todas las precauciones razonables.
Es así como las iglesias merecen ser elogiadas, no recriminadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario