Cada vez que se acerca el fin de año a muchos de nosotros nos
da por hacer un balance del año que termina y ponernos unos propósitos para el
año que comienza. ¿Es bueno? ¿Es malo? Sinceramente no lo sé. Diseñando una
postal con un proverbio, hoy jueves tocaba el capítulo 27 y escogí el versículo
1, que dice: “No te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el
día”. Aprendí de esta porción de las Sagradas Escrituras lo importante de dejar
HOY, nuestro MAÑANA, en las manos de Dios, y no jactarnos de lo que no depende
de nosotros.
Por muy buenos propósitos que tengamos para el año que comienza,
nuestra vida, nuestra familia, nuestro ministerio, todo depende de Dios.