En España desde hace algunos años se están aprobado leyes
sobre “diversidad sexual”. Son leyes
desconocidas por la mayoría de los ciudadanos porque no se imponen desde el
primer día sino progresivamente. Por supuesto el principal campo de propagación
de esta idea se centra en las escuelas, donde las nuevas generaciones pueden
ser más fácilmente adoctrinadas, de hecho muchos padres no saben que en sus
colegios se están invitando asociaciones LGTB para que expliquen la ideología
de género. Sin olvidar al resto de la población, a los que se les adoctrinar a
través de los medios de comunicación, prensa, radio, televisión y la presencia
en todo tipo de instituciones,
persuadiendo a los indecisos y hasta ganando a los que se oponen a esta ley.
¿Pero que es la ideología de género?
La llamada ideología de género propone, que el género es
ideológico, es decir, ser hombre o mujer no lo define tu biología sino tú forma
de percibir la sexualidad. Ignorando la evidencia natural, la ideología de
género atribuye la sexualidad a cuestiones meramente culturales.
El hecho de que gran parte de la sociedad defiende la libertad
sexual y la identidad propia obligará a todos a elegir dónde nos mantendremos.
Podemos ponernos de parte de Dios y de la autoridad de las Sagradas
Escrituras, o podemos ponernos del lado de la revolución sexual. No hay término
medio. Desde cierta perspectiva, el problema es tan simple como:
¿A quién creeré?
El mismo Señor Jesucristo nos recuerda un principio
creacional respecto a lo que es el género (Mateo 19.4) ¿No habéis leído que el
que los hizo al principio, varón y hembra los hizo? Y como para que no quede
dudas respecto de su unión sexual, continúa diciendo (Mateo 19.5) Por esto el
hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne.
La definición del Señor es corta y precisa:
1.- Los géneros son solo dos; varón y hembra (y vienen
definidos por su biología).
2.- La unión sexual es solo entre un hombre y una mujer.
La Biblia echa por tierra la argumentación de la ideología
de género e igualmente la de las uniones homosexuales.
Pero por otro lado esta esa ley que dice que el hecho de
nacer con órganos de reproducción sexual femeninos no significa que la persona
sea automáticamente mujer, como tampoco el hecho de nacer con órganos de
reproducción sexual masculinos significa que la persona sea automáticamente
hombre. Aunque biológicamente estemos dotados de unas determinadas
características físicas eso no quiere decir que tengan que estar necesariamente
asociadas a unas determinadas características personales y vitales.
Solo hay dos opciones:
Nuestro Dios Creador, que hizo intencionalmente dos sexos
que son complementarios. Esto no fue arbitrario, era para que pudiéramos
cumplir su designio de llenar la tierra con otras personas. (Génesis 1.28). Y
les dio su bendición y les dijo: Tened muchos, muchos hijos; y llenad el mundo.
O asociarte con esos grupos que quieren cambiar el orden
natural creado por Dios y que propone, que el género es ideológico, es decir,
ser hombre o mujer no lo define tu biología sino tú forma de percibir la
sexualidad. Ignorando la evidencia natural.
Esos grupos con su perversión de género son los que quieren
destruir la unión entre sexo y género que enseña la Biblia, que enseña el
sentido común, que enseña la historia y que enseña la naturaleza. Que ellos participen
en este desmadre antinatural es su responsabilidad y de ello darán cuenta, pero
que nos enreden a mí o a ti queda bajo nuestra responsabilidad.
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