Uno de los principales motivos por el cual escribo este post,
es que en muchas iglesias, programas televisivos, radiofónicos, redes sociales
y campañas de evangelización se extiende día a día una forma de predicación a
las vidas de las personas, que vistas a la luz de la Biblia son totalmente
contrarias. Mi propósito no es hacer crítica,
sino más bien, alertar a personas que puedan ser víctimas de un falso evangelio,
para que se aparten, y busquen la verdadera salvación en Cristo.
Muchos hombres y mujeres, están tolerado un evangelio falso.
Se han dejado engañar muy fácilmente. ¿Por qué?..... Porque no hacemos como los
de Berea que aunque recibían la palabra con toda solicitud, no eran negligentes, sino escudriñaban cada
día las Escrituras. (Hechos 17.11)
Muchos pastores y predicadores enseñan
"evangelios" que no tienen nada que ver con las Buenas Nuevas que
predico Jesucristo. Nosotros al amparo de la luz de la Biblia debemos discernir
cual es el verdadero. Seguro que más de una vez abras oído esto:
Dios tiene un plan maravilloso para tu vida, ¿Quieres ser feliz? ven a Cristo ¿Quieres ser prospero? ven a Cristo. ¿Quieres que se solucionen tus problemas? ven a Cristo. ¿Quieres tener una vida saludable y una familia unida? ven a Cristo. ¿Quieres cumplir tu propósito en la vida? ven a Cristo…
¿Esto es el verdadero evangelio?
Hay sólo un evangelio: Jesús lo predicó, lo trasmitió a sus discípulos y lo encomendó a su Iglesia (Marcos 1.14-15) El apóstol Pablo dijo que en su época había algunos que querían pervertir el Evangelio, él dijo que si alguno predicaba un Evangelio diferente al que él predicaba, entonces era anatema, (Gálatas 1.8) «Cualquier otro» puede ser un mensaje manifiestamente erróneo o un argumento a favor de un mensaje desteñido, vacío de poder, aunque nominalmente cristiano.
Judas, nos insta a luchar por el evangelio original, “Queridos
hermanos, he sentido grandes deseos de escribirles acerca de la salvación que
tanto ustedes como yo tenemos; pero ahora me veo en la necesidad de hacerlo
para rogarles que luchen por la fe que una vez fue entregada al pueblo santo”. (Judas1.3).
Tengan cuidado con a quien escuchan. Aquel que obedezca lo
que ha escuchado, se le dará más luz y entendimiento. Pero a aquel que no
obedezca lo que ha oído, incluso la luz y entendimiento que pensaba tener se le
serán quitados. (Lucas 8.18, parafraseado).
El que tenga oídos para oír que oiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario