He adquirido un módem portátil, y pensando que ya sabía todo
he hecho caso omiso de las instrucciones, pues creía que no las necesitaba. En
mi mente, sabia como configurarlo, después de intentarlo una y otra vez sin que
fuera capaz de ponerlo a funcionar, me he dado cuenta de una cosa muy
importante, tenía que encender el dispositivo, sin el cual como es obvio no
funciona.
Así mismo es fácil creer que no necesitamos instrucciones
para la vida, sin embargo al cabo del
tiempo, nos damos cuenta de que nada funciona en nuestro alrededor.
Exactamente por esta
razón, Jesús nos aconseja que seguir sus
instrucciones es la manera sabia de
desarrollar una vida sólida, segura y
significativa. [1]
El Señor acababa de
decirles a las multitudes que lo escuchaban que pusieran la otra mejilla, que
continuaran la segunda milla, que perdonaran a los enemigos y que vendieran sus
tesoros para poder dar a los pobres, [2] No obstante, recibir instrucciones no
basta. La clave está en seguirlas, por eso Jesús matiza «Cualquiera, pues, que
me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que
edificó su casa sobre la roca» [3]
Muchas veces pensamos que el mundo está mal hecho, guerras,
odio, hambre, enfermedades, y le echamos la culpa a Dios, pero el Señor nos ha
dado las pautas para un mundo mejor, pero en nosotros esta obedecer y hacer un
mundo mejor o hacer caso omiso de esas advertencias, a estos hombres que no
sigue las instrucciones el Señor les
llama, «insensato» (v. 26). Para el mundo, perdonar a tus enemigos y dar a los
pobres puede parecer una manera ridícula de construir una vida; sin embargo, el
Señor nos dice que es la forma sabia de hacerlo, pero para ello tenemos que
seguir sus “instrucciones”
El apóstol Santiago refiriéndose a los que estaban dispersados por el mundo les
daba un precioso consejo: "Pero no es suficiente con sólo oír el mensaje
de Dios. Hay que obedecerlo. Si sólo lo oyen, sin hacer lo que dice, se están
engañando a sí mismos." El que oye el mensaje de Dios sin obedecer lo que
dice es como el que se mira en un espejo.
"Se mira en el espejo, se va y pronto olvida lo mal que se
veía." "Por el contrario, la
enseñanza que Dios da es perfecta y libera a la gente. Pero uno tiene que
fijarse bien en ella y ponerla en práctica, en lugar de ser un oyente
olvidadizo. Afortunado el que así lo hace." [4]
Es muy importante saber lo que la Palabra de Dios dice, pero
es mucho más importante obedecerla.
[1].- Mateo 7.24-29
[2].- Mateo 5.39-44
[3].- Mateo 7.24
[4].- Santiago
1.22-25
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