Hay personas que no les gusta, y hasta les molesta que a su
vez haya personas que si creemos en Dios, personas que confesamos a Jesucristo
como Señor y Salvador de nuestras vidas. Estas personas que les molesta que
haya cristianos les sirve cualquier noticia relacionada con Dios para atacar
la fe de los que creemos en Dios.
Lo último ha sido la muerte de los dos misioneros católicos que han fallecido por el virus
ébola. Estos argumentan que si están trabajando en una obra de Dios, porque
Dios no les ha cuidado y protegido en la enfermedad y les ha permitido que
falleciesen, ¿Algo así como si son cristianos porque enferman?
La Biblia enseña que el hecho de ser cristianos fieles no
nos exime de tener que enfrentar problemas y dificultades. En el evangelio de Juan,
Jesús dijo que en el mundo tendríamos aflicción, pero que El había vencido al
mundo. [1]. Ser cristiano no significa que viviremos sin pruebas o seremos
liberados automáticamente de todo problema, sino más bien que Dios nos dará de su
presencia, en medio de las luchas y dificultades, para que podamos atravesarlas
y superarlas victoriosamente.
Hay muchas personas que piensan que los cristianos no tienen
problemas, que estamos exentos de situaciones complicadas, pero vivir en este
mundo significa que algunas o muchas veces atravesamos tormentas y muy fuertes.
No importa lo espiritual que seas, que ores cuatro veces al día, que leas la
Biblia más que nadie, que seas un
cristiano comprometido en la obra de Dios, nada de esto evitara que la vida te
golpee.
En la Biblia encontramos una hermosa lección de un hombre
sabio que construyó su casa sobre la roca. “A cualquiera, pues, que me oye
estas palabras y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente que
edificó su casa sobre la roca. Descendió la lluvia, vinieron ríos, soplaron
vientos y golpearon contra aquella casa; pero no cayó, porque estaba cimentada
sobre la roca” [2].
Pero también nos habla de un hombre insensato, que edificó su casa
sobre la arena;
y descendió lluvia, y
vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y
cayó, y fue grande su ruina. [3]
Hay una cosa en común en los dos hombres llovió tanto para
el hombre prudente y sabio como también para el insensato. No importa cuán
sabio o justo sea usted, lloverá de todos modos. A pesar de que la casa estaba
sobre la roca, (esta roca simboliza a Cristo) la Biblia nos dice que la lluvia
vino y que el viento sopló. Seguro que cuando hemos atravesado alguna
circunstancia difícil es nuestra vida, nos hemos preguntado ¿Y porque esto
Señor? pero la respuesta es que tendremos aflicciones debido a que estamos vivos.
Comprendamos esto, la fe no se puede probar en la comodidad. Si la fe necesita ser probada, debe ser a través de la aflicción. Si no tenemos problemas, quiere decir que no tenemos nada. Jesús nunca dijo que si nosotros somos fieles y le servimos, nada malo nos sucederá, sólo porque hemos construido en la roca, porque oramos, porque creemos en Dios, no significa que no experimentemos tormentas. Lloverá, el viento soplará y la tormenta llegará.
Otra cosa que tenían en común el hombre sabio y el insensato es que los dos construyeron algo, y los dos obtuvieron logros, aparentemente se veían iguales, y ambos atravesaron por las mismas dificultades, lluvia y tormenta. A veces pensamos que, hacer las cosas bien y obedecer al Señor es algo que no funciona, o tal vez digamos; ser cristiano y seguidor de Cristo no funciona, porque está lloviendo sobre mi casa igual que sobre la casa de mi vecino”.
A veces pensamos que por ser fieles a Dios vamos a tener una
campaña de cristal que nos aísle de los problemas. Algunos creen que por ser
cristianos, sus vidas deberían ser prosperas, felices y sin problemas. Pero la
Biblia nos enseña que no es así, que unos y otros atravesaremos tormentas,
lluvias, problemas. Nuestra fidelidad a Dios no nos exime de problemas. Solo
nos garantiza la ayuda incondicional del más grande: Dios.
[1].- Juan 16.33
[2].- Mateo 7:24-25
[3].- Mateo 7.26-27
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