15 junio 2014

España está herida, pero no derrotada

España ha debutado en el Mundial de Brasil, y lo ha hecho de tal manera que si nos lo cuentan antes nadie se lo hubiese creído. España, con la estrella de campeona del mundo en el pecho, sufrió una goleada que quedará para la historia. Holanda le metió cinco, y La Roja entró de lleno en la historia negra de los Mundiales.


Pero en la vida no siempre se gana, hay veces, muchas en algunos casos que la derrota y el fracaso forman parte de nuestra vida cotidiana. Por supuesto que a nadie le gusta perder, pero una vez que se da el resultado no querido ni deseado, lo más inteligente es aceptar lo sucedido y preguntarse por los propios errores cometidos.

Muchos de los comentarios, hablados,  y escritos describen esta derrota como humillante, y no es nada malo reconocer que ha sido una derrota humillante, el equipo se equivoco totalmente y quedaron al descubierto todas sus debilidades y limitaciones. Estas derrotas, son las más duras, tiene pocos efectos positivos, además, en ciertos casos pueden dejar unas secuelas permanentes muy negativas. Como principio de vida no es bueno humillar a nadie, pero el deporte es así, y lo importante es aprender de lo acontecido,  la receta, un poco de autoanálisis y evaluación, seguir luchando, creer que se puede hacer mejor y tomar buena nota para el futuro. Así se crece en la vida.

Personalmente he probado el sabor de la derrota al darme cuenta que áreas de mi vida me eran difíciles de superar, la he probado al tomar decisiones que creía correctas, he probado la derrota viendo como algunos planes que he tenido no salieron como lo esperaba, pero aun en medio de todo eso, siempre he aprendido de todos mis fallos, de mis errores  y he aprendido que para la próxima vez, no volveré a caer en el mismo error.

Me gusta mucho la confianza de Pablo en medio de tantas derrotas:
“Así, aunque llenos de problemas, no nos encontramos sin salida; tenemos preocupaciones, pero no nos desesperamos. Nos persiguen, pero no estamos abandonados; nos derriban, pero no nos destruyen”. [1]
El apóstol Pablo decía que no todo en la vida será victoria tras victoria, que tendremos problemas, preocupaciones, nos sentiremos abandonados por nuestros amigos, familiares, pero jamás nos destruirán, jamás nos rendiremos.

Vivimos en un tiempo demasiado halagador del triunfo o reconocimiento inmediato, sin embargo, normalmente los grandes triunfos de la historia se han basado en soportar y aguantar previamente importantes derrotas y fracasos. Cuando pasemos por momentos de derrotas, no debemos olvidar que sobre los sinsabores y durezas de la misma, podemos poner los cimientos sólidos y adecuados para, aprendiendo de los errores, construir un tiempo considerablemente mejor.

Es posible que España no gane este mundial, y es posible que sean derrotados una y otra vez, pero nunca eternamente. Puede ser que pierdan un partido, dos, pero debemos saber que la batalla sigue, no debemos rendirnos, levantémonos cuantas veces tropecemos e intentándolo una y otra vez. La victoria es difícil conseguirla sin que antes tuvieran que haber habido derrotas. Recicla lo bueno de tus derrotas y de ellas crearas nuevas victorias.


[1].- 2 Corintios 4.8-9

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