Cada vez que se acerca la navidad, siempre surgen las mismas
discusiones sobre asuntos de comida, celebraciones, de que Si Jesús no nació en
diciembre, que si estas fechas no tienen base Bíblica, que no son cristianos
quienes la celebran que si el árbol de navidad es mundano, y entramos en discusiones
y en diferencias de opiniones de cosas no esenciales, cosas que no son de
primera importancia que no aportan nada y que desgraciadamente prevalecen hoy
en nuestras vidas.
Siempre habrá diferencias de opinión en la iglesia (asuntos
discutibles), que no debemos contender por
que son cuestiones de opinión. Las diferencias no deben temerse ni evitarse,
sino aceptarse y tratarse con amor. No espere que todos, ni aun en la mejor “familia,
estén de acuerdo en cada asunto; aceptar, escuchar y respetar a los demás, es
algo que puede llegar a ser una fuente
de aprendizaje y enriquecimiento en nuestras relaciones. Las diferencias de opinión no deben causar
división..
Pero esto no es nada nuevo respecto a la contiendas por
cosas que no son esenciales, Pablo cuando escribió a los Romanos, [1], no
intento terminar con este problema de creer en cosas
secundarias, días,
comidas, adornos, etc, porque sabía que era imposible, lo que intento era
conciliar a quienes habían aceptado a
Jesucristo como Señor y Salvador de sus vidas, trataba de conciliar a los
fuertes y a los débiles. Por mucho que queramos los intentos de llegar a un
acuerdo en asuntos de conciencia, de opinión personal son inútiles. Las
diferentes opiniones siempre estarán entre nosotros, pero nuestra comunión con
otros hermanos no puede ser probada por la discusión y las contiendas que se
originan por las opiniones personales. Resumiendo, Pablo nos está enseñando a
los cristianos que ejerzan su libertad de conciencia, que respeten a los
hermanos con diferente opinión.
Seguro que un año más las redes sociales se llenaran de
mensajes a favor y en contra de estas fiestas, pero cuidado no podemos hacer de
nuestra opinión una norma de conducta, es decir lo que yo opino hacer una
doctrina, y eso es un error que hoy en día cometemos muchos cristianos. Lo que
yo opino como se visten algunos Ministros de Cristo, si usan corbata o no la
usan, si llevan traje o camisa, son opiniones mías personales y no tienen que
ser motivo de discusiones. La Biblia no habla respecto a ciertas cosas, las
deja a la conciencia de cada uno, lo que no tenemos que hacer y generar
discusiones con nuestros hermanos y nos condenemos mutuamente por asuntos que
la Biblia guarda silencio.
Termino con una frase de mi buen amigo y hermano el Pastor
David Fleitas respecto a las fiestas de navidad “El que quiera celebrarla, que
la celebre... y el que no quiera, que no la celebre... Pero, por favor,
tengamos la fiesta en paz”.
[1].- Romanos 14.1
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