Todo el año esperando, las últimas semanas se hacen más
largas, contamos los días, las horas, los minutos, me imagino que sabéis de qué
hablo; de las ¡vacaciones del verano!. Quizás os haya pasado alguna vez, que tenéis
todo preparado, todo planificado las maletas listas, la cuenta atrás ha
comenzado, todos los comentarios giran en
que vamos a hacer en las vacaciones, pescar, pasear, leer, tomar el sol, van a
ser unas vacaciones sobre todo para descansar, pero……….
Una cosa son tus
planes, y otra cosa es la realidad, y la realidad es que de momento no puedo
irme de vacaciones, un contratiempo ha hecho venirse abajo toda la
planificación de las vacaciones.
Durante meses hemos preparado nuestro viaje, queríamos que todo
saliese bien, pero en vez de recibir nuestra gran recompensa en este caso disfrutar
de una merecidas vacaciones…nos toca trabajar y tener ese mal rato.
Cuando esto ocurre hay dos cosas que puedes hacer, la
primera enfadarte, rendirte, abandonar, y la segunda, asumir la realidad,
animarte y proseguir adelante, si eliges esta segunda lo que sí es verdad es
que todo ese esfuerzo no va a ser en vano, porque algún fruto invisible saldrá
de todo este esfuerzo.
Hay una historia que refleja muy bien “mi problema”, porque
algo parecido le pasó al bueno de Jacob, [1]. El tenia todo
planificado durante siete años trabajo duro, todo para que se cumpliese su
plan, casarse con la mujer que amaba, Raquel. Pero una cosa es lo que nosotros
queremos, planificamos y deseamos, y otra las que las circunstancias nos dan,
en este caso, Jacob fue engañado por su suegro, y tuvo que casarse con la
hermana de Raquel, Lea. Pero ¿Qué izo Jacob? Se desanimo, abandono sus planes,
¡NO! Lucho otros siete años para que se cumpliese su sueño, casarse con la
bella Raquel.
Pero lo más importante es que Jacob asumió la realidad, y
esta era casarse con Lea, no era lo que él deseaba, pero la realidad era esa, y
el obedeció, y la bendición fue grande pues de este enlace salieron más de la mitad de las tribus de
Israel, de este enlace salió la descendencia que trajo a David, de ella salió
la descendencia que nació Jesús…..de ella, de lo que no estaba planificado, de
lo que nosotros no queríamos salió algo
muy especial.
No sé si me voy a ir de vacaciones, ni sé cuando, pero lo
acepto con alegría y no me rindo, y estoy convencido de que algo especial
saldrá de toda esta historia.
Bendecidas vacaciones para todos.
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