Oye amigo sabes que “Jesús te ama y quiere salvarte”, “Dios
tiene un plan maravilloso para tu vida”, estas y otras muchas frases son las
usadas hoy en día para evangelizar a muchas personas, pero sin hablarles
del arrepentimiento, principio básico para un verdadero cambio. Cuando intentamos evangelizar así y no se
muestras al hombre su pecado, no se evangeliza correctamente.
Aquellas personas que escuchan decir “Jesús te ama y quiere salvarte”, sin antes estar conscientes de su pecado y de la consecuencia de éste, pensarán de la siguiente manera: ¿Jesús quiere salvarme?… ¿De qué? ¡Si yo no he hecho nada!
Aquellas personas que escuchan decir “Jesús te ama y quiere salvarte”, sin antes estar conscientes de su pecado y de la consecuencia de éste, pensarán de la siguiente manera: ¿Jesús quiere salvarme?… ¿De qué? ¡Si yo no he hecho nada!
Para que una persona de el primer paso hacia Dios, tiene
que ver el pecado como algo muy peligroso para su vida, y si no lo ve así va a
ser muy difícil que se arrepienta, ¿Y cómo se puede ver el pecado como algo
peligroso para nuestra vida?, utilizando la Ley de Dios, si los diez
mandamientos, estos nos harán ver que un día violamos la ley de Dios y que
tenemos motivos más que suficientes para arrepentirnos. Si no utilizamos la ley
de Dios solo encontraremos justificaciones, (si, todo el mundo lo hace, yo no hago
daño a nadie, después de todo no es tan malo),
y una cosa es segura cuando hay justificación hay pecado, porque si no
hay pecado no hay necesidad de justificarnos.
¿Entonces Dios no perdona a todo el mundo?, no,
rotundamente no, Dios perdona y ofrece su misericordia a las personas que se
arrepienten y se apartan del pecado, necesitamos entender esta verdad para
llevar a las personas de una forma genuina a los pies de Cristo.
Como Juan El Bautista nosotros preparamos el camino al
Señor, ¿pero donde llegaba ese camino en el que Jesús iba a caminar? Iba al
corazón del hombre, por eso Juan utilizaba la Ley de Dios para preparar ese
camino decía: Arrepentíos, dejar de
robar, dejar de extorsionar, dejar de calumniar, no codiciéis lo que no es
vuestro. Juan utilizaba la Ley para hacer ver que había algo en nuestra vida
por lo cual nos teníamos de que arrepentir.
Cuando Dios Padre vio que el camino estaba preparado
envió a su hijo para empezar su
Ministerio, y Juan le presento como “El Cordero de Dios que quita el pecado del
mundo”
Antes de presentar a Dios a alguna persona tenemos que
preparar el camino de arrepentimiento para que Jesús encuentre ese camino que
le lleve al corazón de esa persona.
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