Si el fútbol tiene su propio cielo e infierno,
la selección española conoce ambos lugares donde el éxito o el
fracaso determinan la coexistencia de la gloria y el abismo. En el pasado
conocimos la prematura eliminación en las grandes citas, pero hace unos años
algo cambió.
Una y otra vez España prometía mucho pero no podía
cumplir en los escenarios más grandes. No fue hasta después del cambio de siglo
que sus tácticas tradicionales fueron abandonadas, y un nuevo estilo fue
ejecutado por una generación de jugadores “bajitos” que comenzaron a dar
resultados sin precedentes.
Esta nueva generación de jugadores allanó el camino hacia
el cielo donde nuestros currantes del balón crearon un nuevo estilo de juego, que nos llevo a ser
campeones de la Eurocopa-2008 y más tarde Campeones del Mundo-2010
donde se puede vislumbrar esa estrella que lleva nuestra selección y
que orgullosos lucimos en cada ocasión que nuestros jugadores se enfundan
la roja.
Está claro que actualmente tenemos una generación de futbolistas
muy buenos, pero ¿por qué? ¿Cuáles son los motivos de que sean mejores que el
resto? No creo que podamos simplificarlo y achacarlo a que esta generación ha
tenido más suerte. La suerte se crea. Al final casi siempre gana el mejor y el más
preparado.
La clave de estos éxitos, se ha vasado en un cambio de
mentalidad, antes nuestros pensamientos no pasaban de cuartos de final,
jugábamos bien pero perdíamos, veíamos superiores a muchas selecciones, no
creíamos en nosotros mismos, ahora es diferente sabemos que podemos ganar nos
sentimos fuertes, nuestros pensamientos no son pasar de cuartos, sino quedar
campeones.
El profeta Joel, proclamad esto entre las naciones,
proclamad guerra, despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los
hombres de guerra. Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras
hoces; diga el débil: Fuerte soy. (Joel 3.9-10)
El profeta nos
está diciendo que tiene que haber un cambio de mentalidad, radical y brusco, pasar de unos campesinos arando y cultivando
la tierra, a unos soldados armados y listos para la batalla. Forjen
espadas con los azadones, lanzas de vuestras hoces. Nuestros
costumbres arraigados deben cambian. Tenemos que cambiar nuestra forma de vida,
radicalmente. El cambio del estilo de vida es lo más difícil para nosotros.
Pero así es como comenzamos la carrera cristiana, arrepintiéndonos y
cambiando de dirección.
Como podemos prepararnos para un cambio de mentalidad?
1. En primer lugar debe haber un cambio de PRIORIDADES
(Prepárense para el combate, debemos prepararnos para un cambio en nuestra
vida.
2. En segundo lugar un cambio de IDENTIDAD (mentalidad de un guerrero)
2. En segundo lugar un cambio de IDENTIDAD (mentalidad de un guerrero)
3. Tercero, un cambio de CONFESION de nuestra boca (diga el débil:
Fuerte soy).
Esté
preparado para la batalla, estás preparado para un cambio de mentalidad, puede
ser una gran victoria en tu vida.
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