24 junio 2012

El verdadero rescate


Una de las definiciones de la palabra rescate, “es sacar a algo o a alguien de una situación peligrosa”, también puede significar algo así como “ser librado de algo malo en lo último de tu vida”.
Hace unos días el Gobierno Español solicito al  Fondo Europeo de Estabilidad Financiera la intervención, con el fin de sanear el sistema bancario. y los ministros europeos acordaron rescatar a España con un máximo de 100.000 millones de euros para la banca española. 


Pero, este rescate no nos va a salir gratis, no nos van a ayudar porque España le caigan bien, este rescate van a traer unas consecuencias que seguro tendremos que pagar todos los ciudadanos españoles, se recortarán gastos en Sanidad, habrá un aumento de impuestos,  se alargará la edad laboral, un agravamiento de la situación de empobrecimiento colectivo, nos convertirnos en avalistas de los bancos con nuestras hipotecas, y  más deuda, más déficit y más recortes.

Pero si hablamos de rescate me gustaría contarte como fui personalmente rescatado de una “vana manera de vivir” Mi vida antes de recibir a Jesús era: incircunciso de corazón, (1), hijo de desobediencia (2), de ira (3) y de maldición (4), injusto y lleno de obras de inmundicia (5), apartado de Dios a causa de los pecados (6) y era enemigo de Dios (7), provocando continuamente a Dios a ira contra mi (8). Las consecuencias de esto: me afecto la mente con cosas como insomnio, miedo, vergüenza, decaimiento, me trajo problemas nerviosos,  problemas físicos,  molestias y  enfermedades,  problemas relacionales, esto es, que afecta la relación entre personas, (familia, amigos compañeros trabajo) y por supuestísimo, ante todo esto, lo que ya debemos saber, que el pecado afecta nuestra relación con Dios. 

Pero qué ocurrió que Cristo me rescato, por medio de su sacrificio y gracia, de tan terrible condenación. Yo merecía morir por mis  pecados y desobediencia, pero; Cristo murió por nosotros. Estaba bajo la justa ira de Dios en virtud de mis  transgresiones, sin embargo Cristo cargo esa ira en mi lugar y fui rescatado. Pero al revés del otro rescate que ha recibido España, yo no tuve que pagar nada, alguien lo izo por mi (Cristo), eso sí, me ha traído consecuencias, pero consecuencias buenas, una vida nueva, perdón de pecados, una conciencia limpia delante de Dios.

Dios tomó la iniciativa de rescatarnos de nuestra “ruina”. Cristo vino y en la cruz tomó sobre sí mismo toda la condenación por el pecado que merecíamos. La Ley, declaró: "La paga del pecado es muerte". Dios en la gracia y el amor nos rescato y declaró, "… mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 6:23).

Cristo nos rescato y cargo con lo que nosotros deberíamos haber cargado. Cristo pagó el precio de nuestro rescate.



1.- Deuteronomio 10:16
2.-Efesios 2:2
3.-Efesios 2:3
4.-2 Pedro 2:14
5.-Isaías 64:6, Isaías 10:6
6.-Romanos 3:23, Isaías 59:2
7.-Romanos 5:10
8.-Isaías 65:3

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