Mi postal de vacaciones

He estado de vacaciones con mi familia por la provincia de Alicante, visitando algunos sitios que aunque ya los conocemos, cada vez que volvemos nos parecen más bonito, pero sobre todo hay una ciudad con un toque especial que me hace sentir feliz, se trata de Elche, con sus palmerales, declarados Patrimonio de la Humanidad, por la UNESCO, el Huerto del Cura, que tiene para los visitantes amantes de la naturaleza una gran variedad de especies que conviven con la gran palmera imperial, la Torre de Calahorra y El Palacio de Altamira. Pero sobre todo la Basílica de Santa María ubicada en el lugar que en época musulmana ocupó la mezquita principal, junto con su torre y donde después de subir 160 escalones se divisa el magnífico parque municipal, donde destaca el Molí del Real, un antiguo molino maquilero del s. XVIII, que funcionaba con un salto de las aguas de la acequia mayor; el Centro de Visitantes, edificio de estilo orientalizante; la Rotonda, un bello anfiteatro al aire libre; el Hort de Baix; el palomar y el templete de música, y después de visitar tan singular y atractiva ciudad, se puede disfrutar de un sabroso bombo, (café con leche condesada), en las terrazas de los bares de la Plaza del Congreso Eucarístico, en fin un lugar que permite comprobar que Dios hizo el Mundo bello.